Romero y Tenenti
I. LOS PROBLEMAS DE LOS DESCUBRIMIENTOS
Iniciamos el capítulo de la que tal vez sea la más extraordinaria aventura de la historia de Europa: la proyección de sus hijos en el mundo.
Operación extremadamente rápida, si se atiende sólo a sus momentos culminantes: 1492, primer viaje de Colón; 1497-1498, viaje de Vasco de Gama; 1519-1522, circunnavegacióndel mundo por Magallanes. Pero como en todas las cosas, puede descubrirse una historia soterrada, mucho más lenta. Tras el primer viaje de los hermanos Vivaldi fuera del estrecho de Gibraltar, Lanzarotto Malocello llega a las islas Canarias a comienzos del siglo XIV; llegará después a Madeira (1341). Hasta aquí, es esencialmente obra de los genoveses, que tratan de llegar por el mar directamente alas fuentes primeras del oro sahariano, eliminando a todo intermediario. Después, comienza la lenta penetración lusitano-genovesa en Marruecos, seguida de las explotaciones de las costas africanas por los portugueses —extraordinarias por su audacia y admirables por su prudencia—: 1434, Cabo Bojador; 1444, Cabo Verde; y en 1472-1474, la línea ecuatorial. Toda una serie de etapas, que preceden almovimiento vertiginoso de los años 1492-1522. Pero fundamentalmente, si se quiere encontrar una matriz común a todo el periodo, nos parece que puede hablarse de él como de un tiempo de exploración. La verdadera conquista no comienza hasta alrededor de 1510-1520.
Otro aspecto característico, sobre el que creemos oportuno llamar la atención, es el de que los españoles hacen una brusca irrupción enuna actividad que parecía monopolio de los portugueses. Brusca y —es preciso añadirlo— afortunada. No hay duda de que después supieron mostrarse absolutamente dignos de aquella fortuna, pero no puede menos de calificarse de afortunada la expedición colombina, una de las pocas organizadas por los soberanos de España.
Lo cierto es que españoles y portugueses llegan, en cierto momento, nada menos quea repartirse el mundo incógnito y apenas conocido, pero inmenso y auténtico mundo decuplicado. Alcanzando puntos y momentos de fricción. El tratado de Tordecillas (1494), basado en las precedentes decisiones del papa Alejandro VI, concede a España el espacio situado a partir de [177] las 170 leguas al oeste de las Azores, dejando a los portugueses el espacio al este de esta línea. Era un Cambionotabilísimo —una verdadera ruptura— en relación con la Bula de Calixto III (1456), que había concedido a los portugueses un verdadero y general monopolio de los descubrimientos geográficos. Ciertamente, aquel reparto no podía agradar a los distintos soberanos de Europa, y Francisco I se preguntará, entre serio y burlón, en virtud de qué cláusula del «testamento de Adán» se repartían españoles yportugueses el mundo todavía desconocido. En realidad, no había predestinación alguna, pero entraba en juego un hecho mucho más simple (dejando aparte la posición geográfica especialmente favorable de Portugal): estos dos países poseían, en comparación con los demás países de Europa, una infraestructura socio-económica apta para aquel género de empresas: buena tradición marinera, suficiente tensióndemográfica, luchas sociales internas, técnicas marítimas (la carabela —un maravilloso instrumento— está a punto ya desde 1440) y científicas (en especial, astronomía y cartografía) muy desarrolladas. Esto era todo lo necesario, y Portugal y España lo tenían.
Los primeros resultados fueron más favorables a los portugueses que a los españoles. Aquéllos encontraron rápidamente lo que buscaban: lasespecias de Oriente. Los españoles no encontraren especias en el nuevo mundo y la sed del oro —la que Oviedo llama la «agonía» del oro— no tuvo, al principio, más que una muy precaria satisfacción. Los primeros «tesoros» llegados a Europa traían más riqueza a Lisboa que a Sevilla. Pero la evolución de las relaciones de fuerza, de éxito, cambió lentamente en favor de los españoles, que pudieron...
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