Siembra Directa
A continuación se ofrecen las ponencias de dichos especialistas.
La evolución silenciosa de la siembra directa y el desafío de las rotaciones
Santiago Lorenzatti* y Jorge Romagnoli**
* Directivo de Aapresid. Gerente de Producción y Director Consultivo de Grupo Romagnoli.
**Presidente Honorario de Aapresid. Presidente de Grupo Romagnoli
Palabras clave: Siembra directa,rotación, cultivos, rastrojos, erosión, agua, carbono, materia orgánica, fertilidad, suelo, malezas, enfermedades, micoorganismos, cultivos de cobertura, vicia, biomasa, nitrógeno, fijación biológica.
I - Introducción
La siembra directa es hoy una realidad tangible en Argentina, como así también en muchos países del continente americano. Se estima que se realiza en 90 millones de hectáreas anivel mundial; de las cuales el 45 por ciento se practica en América Latina, el 41 por ciento en los Estados Unidos y Canadá, el 10 por ciento en Australia y el 3,6 por ciento en el resto del mundo, incluido Europa, África y Asia (Derpsch y Benites, 2004). Sin embargo, las cosas no suceden porque sí. Detrás de las 16 millones de hectáreas cubiertas con rastrojos en Argentina hay historias, pioneros– con sus con aciertos y errores – y fundamentalmente una buena idea. La idea de sembrar sin arar, que en nuestro país fue tomando forma de innovación; y que hoy seguramente es parte de la explicación del aumento de la producción y la productividad, como así también de la menor pérdida de suelos por erosión. Sin embargo, no está todo resuelto. La producción enfrenta grandes desafíos; y si bien lasiembra directa es un buen comienzo queda mucho camino por recorrer para alcanzar una verdadera producción sustentable.
Todo empezó hace más de 20 años. Y si bien no hubo un dueño de la siembra directa, si existieron visionarios y pioneros que pensaron otra agricultura; animándose a desafiar al paradigma clásico basado en las labranzas. Como diría Víctor Trucco – uno de los principales referentesde este cambio - “la Siembra Directa reemplazó el paradigma reinante, proponiendo una nueva agricultura tendiente a resolver la disyuntiva entre productividad y ambiente”. Desde un enfoque amplio, sistémico e integrador la siembra directa rompe con los criterios preexistentes respecto al uso del suelo y manejo del ambiente productivo, iniciándose una nueva era en la producción agropecuaria. Yano se puede hablar de suelos “arables o no arables”; áreas que no eran productivas porque sus suelos no podían laborearse, hoy han demostrado serlo porque son “sembrables” (Trucco, 2004). La productividad de los suelos en muchas situaciones se ha incrementado, por mejora de la fertilidad física y química, y la más eficiente economía del agua. También se ha reducido el consumo de combustiblesfósiles, lo cual sumado a la menor emisión de dióxido de carbono – por ausencia de labranzas – y al secuestro de carbono – por aumento de materia orgánica en determinadas situaciones – ayuda a mitigar el efecto invernadero.
Al estado del conocimiento actual, se vislumbra como una de las alternativas productivas que mejor conjuga los intereses - muchas veces contrapuestos – de alcanzar una produccióneconómicamente rentable para las empresas, ambientalmente sustentable, y socialmente aceptada. Sin embargo, se accederá a todos los beneficios siempre que se comprenda la complejidad de los agroecosistemas en los que el productor trabaja, y se respeten los tiempos de los ciclos biológicos por sobre las urgencias que exige la rentabilidad inmediata. Para ello, desde el plano estrictamentetecnológico, además de la ausencia de remoción deberá plantearse una rotación ajustada en diversidad e intensidad junto con una estrategia de fertilización que al menos reponga los nutrientes que hoy muestran respuesta (nitrógeno, fósforo y azufre). Todo ello, acompañado por tecnologías de proceso y de producto que permitan un uso más eficiente y ajustado de insumos con un menor impacto ambiental,...
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