sraffa mercancias producidas
Prefacio
2
CAPÍTULO 1
4
Producción De Subsistencia
4
CAPITULO II
6
Producción con un excedente
6
CAPITULO III
11
Proporciones entre el trabajo y los medios de producción
11
CAPITULO IV
17
La mercancía patrón
17
CAPÍTULO V
26
Carácter único del sistema patrón
26
CAPITULO VI
33
Reducción a cantidades de trabajo fechadas
33
Producción de Mercancías por medio deMercancías
Industrias de productos simples y capital circulante
Prefacio
Cualquier persona acostumbrada a pensar en términos del equilibrio de demanda
y oferta puede inclinarse a suponer, al leer estas páginas, que la argumentación
descansa sobre el supuesto tácito de rendimientos constantes en todas las industrias.
Si se encuentra útil tal supuesto, no hay inconveniente alguno en que el lector lo
adoptecomo una hipótesis temporal de trabajo. De hecho, sin embargo, no se hace
tal supuesto. No se considera variación alguna en el volumen de producción ni (al
menos en las Partes 1 y 11) variación alguna en las proporciones en que los
diferentes medios de producción son utilizados por una industria, de modo que no
surge problema alguno sobre la variación o constancia de los rendimientos. Lainvestigación se ocupa exclusivamente de aquellas propiedades de un sistema
económico que no dependen de variaciones en la escala de producción o en las
proporciones de los «factores».
Este punto de vista, que es el de los antiguos economistas clásicos desde Adam
Smith a Ricardo, ha sido sumergido y olvidado desde el advenimiento del método
«marginalista». La razón es obvia. El enfoque marginalista exige quela atención se
centre en la variación, porque sin variación, bien en la escala de la industria, bien en
«las proporciones de los factores de producción», no puede haber producto marginal
ni coste marginal. En un sistema donde la producción continuara sin variación en
esos aspectos, día tras día, el producto marginal de un factor (o, alternativamente, el
coste marginal de un producto) no sólo seríadifícil de encontrar, sino que no habría
donde encontrarlo.
Es preciso, sin embargo, tener cuidado en evitar la confusión entre los «márgenes»
espurios y el artículo auténtico. A lo largo de estas páginas se encontrarán ejemplos
que, a primera vista, parece imposible distinguirlos de ejemplos de la producción
marginalista; pero el signo seguro de su carácter espurio es la ausencia del tipo devariación requerido. El caso más conocido es el del producto de la «tierra marginal»
en la agricultura, cuando se cultivan simultáneamente tierras de calidades
diferentes: sobre este punto, basta con referirse a P. H. Wicksteed, el purista de la
teoría marginal, que condena tal utilización del término «marginal» como fuente de
«horrible confusión». 1
(1) «Political Economy in the Light of MarginalTheory», en Economic
Journal, xxiv, (1914), págs. 18-20, reimpreso como un apéndice a su Common
Sense of Political Economy, ed. Lionel Robbins (1933), págs. 790-2.
1
La tentación de presuponer rendimientos constantes no es enteramente
caprichosa. El propio autor la experimentó cuando comenzó estos estudios hace
muchos años - y le condujo, en 1925, al intento de argumentar que sólo el caso de
losrendimientos constantes era generalmente coherente con las premisas de la
teoría económica. Es más, cuando, en 1928, Lord Keynes leyó un borrador de las
primeras proposiciones de este trabajo, recomendó que si no iban a suponerse
rendimientos constantes, debería hacerse una clara advertencia en tal sentido.
Estas alusiones dan incidentalmente alguna idea del desproporcionado período
de tiempodurante el cual ha estado en preparación un trabajo tan breve. Mientras
las proposiciones centrales habían tomado forma en los últimos años de la década
de 1920, algunos puntos particulares, tales como la mercancía patrón, los productos
conjuntos y el capital fijo fueron desarrollados durante la década de 1930 y en los
primeros años de la década siguiente. Desde 1955, mientras estas páginas eran...
Regístrate para leer el documento completo.