Trabajos
MICHAEL FULLAN,
EDICIONES AKAL, 1993
CAPÍTULO 2: PROPÓSITO MORAL Y ACCIONES PARA EL CAMBIO
Gestionar el propósito moral y las acciones para el cambio es la base de un cambio educativo productivo. Es necesario examinar minuciosamente cada uno de estos elementos para describir su relación orgánica.
PROPÓSITO MORAL
En su principal estudio sobre la formación delprofesorado, Goodlad y sus colegas se vieron obligados a profundizar más en los propósitos morales para comprender los principios racionales básicos de la educación de la sociedad posmoderna:
“Veíamos con más claridad hasta qué grado la educación en las escuelas, tanto públicas como privadas, comporta unos imperativos morales – aunque más en las escuelas públicas, porque no sonescuelas de elección, en un sistema que precisa de la escolarización obligatoria” (Goodlad, 1990 a, p. 47, la cursiva es mía; véase también Goodlad, Soder y Sirotnik, 1990) -.
Goodlad destaca cuatro imperativos morales:
1. Facilitar una enculturación crítica:
La escuela es la única institución de nuestra nación que se encarga específicamente de la enculturación de los jóvenes en una democraciapolítica... Las escuelas son las protagonistas principales del desarrollo de personas educadas que adquieren un concepto de la verdad, la belleza y la justicia, con el que poder juzgar sus propias virtudes e imperfecciones y las de la sociedad... Ésta es una responsabilidad moral (pp. 48-49).
2. Proporcionar acceso al conocimiento:
La escuela es la única institución de nuestra sociedadencargada específicamente de proporcionar a los jóvenes un contacto disciplinado con todas las materias del diálogo humano: le mundo concebido como un sistemas de comunicación, los sistemas sociales, políticos y económicos que componen la aldea global, y la propia especie humana... (Los profesores) diligentes deben asegurarse de que ninguna actitud, creencia o práctica impida a los alumnos tener accesoal conocimiento necesario (pp. 49-50).
3. Tener una buena dirección:
Si las escuelas tienen que llegar a ser instituciones sensibles y en renovación, su profesorado debe comprender resueltamente en el proceso de renovación (Goodlad, 1990 b, p. 25).Un buen colega de Goodlad, Sirotnik (1990, p. 298 y siguientes), añade una lista de requisitos morales: compromiso con la investigación, elconocimiento, la competencia, el cuidado, la libertad, el bienestar y la justicia social. Según sus propias palabras:
Las implicaciones de unos compromisos morales con la investigación, el conocimiento, la competencia, el cuidado y la justicia social van más allá del currículo y las experiencias en el aula. Tocan el punto central de la ecología moral de la propia organización. Esto se veperfectamente en la medida en que estos compromisos se reflejan en el entorno laboral de los educadores fuera del aula en sí. ¿Hasta qué punto la cultura organizativa alienta y da apoyo a los educadores que reflexionan sobre lo que hacen y el modo en que pueden mejorarlo? ¿Hasta qué punto se comprometen eficazmente tanto con el discurso como con la acción para mejorar las condiciones, las actividadesy los resultados de la educación? ¿Hasta qué punto los educadores se preocupan por ellos mismos y por los demás del mismo modo que se preocupan (o deberían preocuparse) por sus alumnos? ¿Hasta qué punto los educadores están capacitados para participar de una forma auténtica en los asuntos pedagógicos de vital importancia – para qué sirven las escuelas y cómo la enseñanza y el aprendizaje puedenajustarse a este enfoque – (p. 312).
En un plano político, la preocupación creciente por la equidad educativa y el rendimiento económico refleja las cuestiones más particulares que se acaban de mencionar. El movimiento de reestructuración, teóricamente al menos, tiene un nuevo enfoque en la educación de todos los alumnos, “en especial los que en el pasado han recibido una atención deficiente”,...
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