Un cuento
EL FEMINISMO Y LA VIOLENCIA: 1970-1985
ANA LYDIA VEGA
[1946]
Puertorriqueña. Nacida en Santurce. Profesora de francés y de literatura caribeña en la Universidad de
Puerto Rico. El título de su tesis doctoral, El mito del rey Christophe en el teatro de las Antillas, pregona
su interés en el Caribe. Efectivamente, su segunda edición, Encancaranublado y otros cuentos de
naufragio—Premio Casa de las Américas 1982— está dedicada “a la confederación caribeña del futuro
para que llueva pronto y escampe” e incluye seis cuentos con personajes cubanos, dominicanos,
haitianos y puertorriqueños ubicados en Puerto Rico, Nueva York, Haití y Jamaica. La primera colección,
Vírgenes y mártires (1981), consta de seis cuentos escritos por Vega, seis por Carmen Lugo Filippi y uno
escritoentre las dos. “Letra para salsa y tres soneos por encargó” se publicó en ese tomo. En 1980 Vega
estrenó una obra de teatro, Plaza de la Convalecencia, en colaboración con Nelson Rivera. En 1984, su
cuento “Pasión de historia” ganó el premio “Juan Rulfo Internacional” en París y será publicado en otro
libro de cuentos que está terminando de escribir en Francia.
LETRA PARA SALSA Y TRES SONEOS PORENCARGO
La vida te da sorpresas,
sorpresas te da la vida...
RUBÉN BLADES
EN LA DE DIEGO fiebra la fiesta patronal de nalgas. Rotundas en sus pantis súper-look, imponentes en
perfil de falda tubo, insurgentes bajo el fascismo de la faja, abismales, olímpicas, nucleares, surcan las
aceras riopedrenses como invencibles aeronaves nacionales.
2
Entre el culipandeo, más intenso que unarrebato colombiano, más perseverante que Somoza, el
Tipo rastrea a la Tipa. Fiel como una procesión de Semana Santa con su rosario de qué buena estás,
mamichulin, qué bien te ves, qué ricos te quedan esos pantaloncitos, qué chula está esa hembrota, men,
qué canto e silán, tanta carne y yo comiendo hueso...
La verdad es que la Tipa está buena. Se le transparenta el brassiere. Se le marca elTriángulo de las
Bermudas a cada temblequeo de taco fino. Pero la verdad es también que el Tipo transaría hasta por un
palo de mapo disfrazado de pelotero.
Adióssss preciossssa, se desinfla el Tipo en sensuales sibilancias, arrimando peligrosamente el
hocico a los technicolores rizos de la perseguida. La cual acelera automática y, con un remeneo de
nalgas en high, pone momentáneamente a salvosu virtud.
Pero el salsero solitario vuelve al pernil, soneando sin tregua: qué chasis, negra, qué masetera
estás, qué materia prima, qué tronco e jeva, qué zocos, mama, quién fuera lluvia pa caelte encima.
Dos días bíblicos dura el asedio. Dos días de cabecidura persecución y encocorante cantaleta. Dos
luengos días de qué chulería, trigueña, si te mango te hago leña, qué bestia esa hembra, seami vida, por
ti soy capaz hasta de trabajal, pa quién te estarás guardando en nevera, abusadora.
Al tercer día, frente por frente a Almacenes Pitusa y al toque de sofrito de mediodía, la víctima
coge impulso, gira espectacular sobre sus precarios tacones y: encestaaaaaaaaaa:
—¿Vamos?
El jinete, desmontado por su montura da una vuelta de carnero emocional. Pero, dispuesto a todo
por salvarla virilidad patria, cae de pie al instante y dispara, traicionado por la gramática:
—Mande.
La Tipa encabeza ahora solemnemente la parada. En el parking de la Plaza del Mercado janguea
un Ford Torino rojo metálico del ’69. Se montan. Arrancan. La radío aulla un bolero senil. La Tipa guía
con una mano en el volante y otra en la ventana, con un airecito de no querer la cosa. El Tipo se pone adesear violentamente un apartamento de soltero con vista al mar, especie de discoteca-matadero
donde procesar ese material prime que le llueve a uno como cupón gratuito de la vida. Pero el
desempleo no ceba sueños y el Tipo se flagela por dentro con que si lo llego a saber a tiempo le allano el
3
cuarto a Papo Quisqueya, pana de Ultramona, bródel de billar, cuate de jumas y jevas, perico...
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