Unidad de vida
Jorge Yarce
El trabajo es ley de vida, cuyo cumplimiento es esencial para la persona. Como dice la Escritura “El hombre fue creado para trabajar como el ave para volar”(1). Y Dios le entregó “este mundo tan hermoso ‘con el fin de que lo trabajara y lo custodiase’(2)”.
El hombre se encuentra con la misión que le fue confiada de “construir” el mundo, con el cualtiene una relación de dominio, así como respecto al Creador la tiene de subordinación y frente a los demás hombres de coordinación o convivencia.
El hombre se realiza en el mundo trabajando y mediante ese esfuerzo permanente, en cierta manera, llegar a ser más hombre (3).
Es decir, es tal la importancia y dignidad del trabajo, que resulta casi imposible que el hombre pueda ser feliz sin trabajar ysin hacer de ese trabajo una tarea en la que encuentre impresa una huella divina, porque al trabajar, el hombre está cumpliendo un mandato divino.
Para la valoración del sentido del trabajo es importante recalcar que todos los valores que tiene en sí mismo como actividad humana proceden, en último término, del hecho de ser una participación en el poder de su Creador, lo cual le da una capacidadde configuración libre y dinámica.
Dentro deuna visión cristiana: “Se trata de un medio necesario que Dios nos confía aquí en la tierra, dilatando nuestros días y haciéndonos partícipes de su poder creador, para que nos ganemos el sustento y simultáneamente recojamos frutos para la vida eterna (4)
El trabajo es una dedicación determinante del hombre a un quehacer o despliegue de energías paraproducir bienes o servicios, normalmente con valor económico, en cualquier campo de la actividad con miras a su perfeccionamiento y al de la sociedad.
Posee un valor cósmico y social, humano y sobrenatural. Es acción creadora, no pasiva o receptiva. Es derecho y deber. Busca bienes materiales y espirituales. Conduce al perfeccionamiento continuo y a la calidad de vida de la persona.
Si el trabajono lleva al hombre a la plenitud de su ser, a la satisfacción íntima y a la armonía existencial, puede derivar fácilmente en un trabajo “mercancía”, en el cual es explotado, o en un activismo que hace explotar por dentro al hombre, debilita su personalidad y lo agota y condena a una rutina despersonalizada.
Apertura a lo trascendente
El trabajo exige de parte del hombre una actituddeterminante, inteligente y activa, que lo compromete con el mundo y con las otras personas, abierto a lo trascendente, es decir a lo que va más allá de cumplir una tarea técnicamente bien y obtener un medio de subsistencia. Es decir, a servir, y a amar los demás
“El sentido del trabajo viene iluminado por el sentido cristiano de la vida; la comprensión de la fatiga humana depende de la comprensión de lavocación con que Dios llama al hombre al Bien, con todas sus fuerzas, en todas sus obras. El hombre es el fin del trabajo, pero el fin del hombre es Dios: el significado del trabajo supera, pues, al trabajo mismo y lo libera”(5)
Lo anterior hace ver más claro todavía que el trabajo no es un fin en sí mismo, tiene valor de medio y por eso el hombre puede hacer de él un instrumento de perfección ode desajuste existencial, de desgracia. El hecho de trabajar no basta. Además: “El trabajo más importante no es el de la transformación del mundo sino la transformación de nosotros mismos, para ser cada vez más parecidos a la imagen de Dios que el Creador ha inscrito en nuestro ser” (6)
El trabajo ofrece unas perspectivas indefinidas como materia consistente para la plena realización del hombre.Reducir el trabajo sólo a su función económica, o a un simple factor que se suma al capital es, por lo menos, falta de visión, volar a ras de tierra.
“Proponer al hombre -son palabras de Aristóteles- solamente lo humano significa desconocer la grandeza del hombre”. Y ¿cómo logra el hombre trascender desde el trabajo?. Ante todo, amando su trabajo, considerándolo como el camino más importante...
Regístrate para leer el documento completo.