Urbanismo Social
SOCIAL EN MEDELLÍN
Alejandro Echeverri Restrepo
Francesco M. Orsini
Hoy, por primera vez en la historia, más del 50% de la población
mundial vive en centros urbanos,
y se estima que antes del 2050
este porcentaje alcanzará el 75%
(ONU-Hábitat, 2006). Estos datos
demuestran de forma contundente
cómo la urbanización es un proceso
irreversible, y cómo la ciudadse ha
vuelto un tema prioritario en la
agenda política internacional.
En las próximas décadas la
creciente urbanización será principalmente absorbida por las ciudades
de los países en vía de desarrollo.1Se
estima que para el 2030 el 80% de
la población urbana mundial, igual a
4 billones de habitantes, estará concentrada en ciudades de Asia, África
y América Latina (2006). Si bien
unamayor tasa de urbanización
implica contar con economías más
estables, mayor competitividad, ge-
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MEDELLÍN: MEDIO AMBIENTE,
URBANISMO Y SOCIEDAD
neración de empleo e instituciones
más fuertes, hay también que tener
en cuenta los enormes desafíos que
este fenómeno implica.
El proceso de urbanización está
necesariamente ligado a una creciente demanda de suelo, servicios
públicos,vivienda e infraestructura,
todos elementos que ponen una
fuerte presión sobre las instituciones públicas locales y nacionales. Es
por esta razón, y por la recurrente
incapacidad de los gobiernos de los
países en vía de desarrollo de suplir
a esta demanda y garantizar a todo
ciudadano lo que en Brasil se define
como el derecho a la ciudad (Fernández, 2001), que desde la mitad del
siglo pasado,ha venido apareciendo
una forma alternativa, espontánea,
de hacer ciudad, asociada a la producción de asentamientos de tipo
informal.
En este grupo de regiones Asia y África son las que presentan la tasa más alta de crecimiento urbano,
con un promedio del 4% anual. Por el contrario, América Latina presenta un crecimiento más moderado,
debido a que su nivel de urbanización alcanza hoy el77%.
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Este tipo de asentamientos, distinguidos de acuerdo al país de procedencia con nombres como tugurios, villas miserias, favelas, katchi
abadis, slums, etc., representa hoy
un elemento común de nuestras ciudades, si se piensa que en el mundo,
uno de cada tres habitantes reside
actualmente en barrios de tipo informal (ONU-Hábitat, 2008). Estos
últimos, si bien por un ladobuscan
suplir a través de mecanismos de
auto-gestión y auto-construcción
el problema de accesibilidad a la
ciudad y, en particular, a la vivienda,
presentan por su proceso formativo unos graves desequilibrios de
carácter físico, ambiental y social
que inciden dramáticamente en la
calidad de vida de sus habitantes.
De acuerdo a la definición operativa de ONU-Hábitat (2003) un
asentamientoinformal se caracteriza por presentar una o más de
las siguientes condiciones: hacinamiento crítico, estado precario de la
vivienda (en relación a su estructura
física y a su entorno), ausencia de
algunos de los servicios públicos
e ilegalidad de la tenencia. Estas
condiciones, no obstante permitan
dimensionar el grado de informalidad de un asentamiento, se limitan
a clasificar el problemadesde una
perspectiva física y legal, dejando
por fuera la dimensión socioeconómica, a pesar de su importancia
para una interpretación integral del
fenómeno.
Si bien no todos los pobres urbanos residen necesariamente en
tugurios (2003), es claro que existe
una correlación directa entre informalidad y pobreza, donde ambas
terminan siendo causa y efecto
la una de la otra. Por un lado, lainformalidad urbana nace como
una consecuencia de la incapacidad
económica de los pobres de acceder
a la ciudad formal. Por el otro, como
por pobreza se entiende también
un bajo nivel de educación y de
condiciones de salud, un hábitat
en degrado conlleva por sí solo a un
empeoramiento de las condiciones
de pobreza (ONU-Hábitat, 2006).
Adicionalmente, los sectores informales de una ciudad...
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