Vida valorativa

La Amplitud Potencial de la Naturaleza Humana
A. Maslow
Capítulo 23
Las raíces biológicas de la vida valorativa. Una teoría de la metamotivación.
I. Los individuos autorrealizantes (que por definición tienen satisfechas todas sus necesidades básicas: pertenencia, afecto, respeto y autoestima) se sienten motivados en otras formas más elevadas, llamadas metamotivaciones. La satisfacción delas necesidades básicas no es condición suficiente para que se de la metamotivación, ésta no sobreviene automáticamente. Es también necesario que esté utilizando positivamente sus capacidades y por sobre todo que esté motivada por ciertos valores, por lo cuales lucha, a los cuales busca y a los que le es fiel.
II. Todas estas personas están dedicadas, consagradas a alguna tarea, llámese vocacióno trabajo amado, que es externa a ellas mismas. La persona y su oficio se acoplan perfectamente uno a otro.
III. En la situación ideal las demandas internas coinciden con las demandas externas. El “yo deseo” coincide con el “yo debo”. Se rinden ante el destino y a la vez lo abrazan gozosamente. Se tiene la sensación de que el propio destino se ha descubierto, no solo se ha fabricado, construidoo decidido.
IV. Esta situación ideal genera el sentimiento de ser afortunado y también sentimientos de ambivalencia y devaluación. Tienen una sensación de buena fortuna, de suerte, de gracia gratuita, y una mezcla peculiar de orgullo y humildad, de arrebato arrogante y piedad por el menos afortunado.
V. En este nivel ya ha sido trascendida la dicotomización del trabajo y el juego: los términostrabajo, pasatiempo, vacación, etc., deben definirse ahora en un nivel más alto. De esa persona puede decirse que esté siendo él mismo, realizando su verdadero yo. Ella era la persona para ese trabajo y ese era el trabajo para esa persona. Trascienden la típica dicotomización trabajo-diversión, ya que es en sus vacaciones cuando se dedican felizmente y por completo a su trabajo. El dinero o lapaga es vista como la suerte más maravillosa que puede ocurrirle a cualquier ser humano, por recibir un pago por hacer lo que ama apasionadamente hacer. El dinero así es bien recibido y, en cierta medida, necesario, pero ciertamente no es la finalidad, el objetivo, la meta última. El trabajo en estas condiciones recibe el nombre de trabajo-S (trabajo en el nivel del ser).
Las necesidades básicasson prepotentes, en el sentido que son más necesarias para la salud física y la supervivencia. Pero la vida valorativa existe en el mundo natural y en los seres humanos ordinarios, puede ser encontrada allí y por lo tanto, puede ser operacionalizada. Por esta razón cae claramente bajo la jurisdicción de la ciencia (humanísticamente definida) y es probable el progreso en este campo. El avance enel conocimiento de la vida superior de los valores abre nuevas posibilidades de mejoramiento de la especie humana y de todas sus instituciones sociales.
VI. Tales individuos, amantes de su vocación, tienden a identificarse con su trabajo (a introyectarlo e incorporarlo), y a convertirlo en una característica de su yo. Identifica su vocación con su identidad, con su yo, ésta se convierte en unacaracterística definitoria de su persona. En cambio, en los individuos no autorrealizantes el trabajo o profesión se vuelve funcionalmente autónomo, es decir, la persona es sólo un “abogado” y no una persona aparte de eso.
VII. Las tareas a las que esas personas están dedicadas aparentemente pueden ser interpretadas como síntesis o encarnaciones de los valores intrínsecos (no como medios paraalcanzar fines externos al trabajo mismo, ni como tareas funcionalmente autónomas). Las tareas son amadas (e introyectadas) porque encarnan esos valores. Esto es, en última instancia lo que se ama son los valores, las satisfacciones transpersonales, no el trabajo como tal. Entre más cerca esté una persona a la autorrealización, de la plenitud humana, más probable es encontrar que su trabajo está...