Yolotl-cimatl (cultura azteca)

Yolotl-Cimatl
(Corazón Silvestre)

Aun siento en mi rostro el frió de las montañas que rodean mi gran pueblo (Tenochtitlan), con la blancura de un chalcayatl de agua fría y dura a mis pies, pero ya pronto llegaremos a nuestro lugar, de entre toda la hierba y flores que cubre el suelo, todavía recuerdo el gran lago como el cielo, se ven las calzadas que vienen de Tepeyac, Ixtapalapa,Tacuba, Texcoco para llegar a la casa de “colibrí del Sur” (Huitzilopochtli).
Recuerdo las palabras del temachtiani, quien me contó que en los tiempos pasados, vivió una anciana que limpiaba un templo y levanto del suelo un pequeño ovillo de plumas con cierta magia, poniéndolo entre sus ropas y con el tiempo se dio cuenta que llegaría una piedra preciosa y pluma rica, tal magia no fue bienrecibida por sus hijos, no creyeron del envió que les mandaban los dioses, al tratar de sacrificarla, la anciana oyó la voz mágica dentro de su cuerpo diciéndole “no tengas miedo” y de su cuerpo brinco un guerrero de gran valor como un tlacochcalcatl, agarrando con su mano una serpiente de fuego, el arma favorita de los dioses, dando muerte a los hijos, naciendo así Huitzilopochtli, mi gran dios.Ya hemos pasado el Coatepantli, donde se encuentra mi callpulli, veo a mis macehualtin, quienes ya se acercan para presenciar la ceremonia religiosa y votar en la elección del jefe local, hace muchos soles no podíamos sufragar las necesidades para vivir y enviar el tributo al gobierno central, pero ahora ya casi no tienen mucho trabajo, pues gracias a los tributos otorgados por los pueblosprisioneros de las luchas en que he participado, tenemos suficiente alimento maíz, fríjol, calabaza, chile, variedades de peces aves y animales e infinidad de objetos para nuestro uso, recuerdo cuando era todavía un mancebo, mis padres macehualtin realizaban largas jornadas en la siembra, limpieza en caminos, puentes, palacios y templos, pero yo tendría que convertirme en un gran guerrero o achcauhtli,preparándome en el telpochcalli, por lo que a las trece vueltas del calendario, mi padre y madre me ofrecieron con sus votos al Tepochcalli.
Ahí la vida no era muy áspera, dormíamos todos juntos cada uno apartado del otro, pude ver como castigaban a los que dormían y comían en sus casas en lugar de la casa (Tepochcalli), empezando mis obligaciones barriendo y limpiando la casa, poniendolumbre y haciendo servicios de penitencia, a la puesta del sol todos los mancebos íbamos a bailar y danzar al cuicacalco, en todo tipo de trabajo siempre lo hacíamos juntos, cargar leña, hacer obra, barro, paredes, ir al maizal, zanja o acequia, terminando siempre hasta la puesta del sol, con estas actividades se fortalecía nuestro carácter, después podíamos bañarnos, me untaba con tinta elcuerpo, pintándome en la cara rayas con tinta y margarita, me escarrapuzaba los cabellos hacia arriba, me ponía mis chipolli de oro, mis Xiuhnachtli y en la cabeza me colocaba mi penacho, ahora no solamente vestía mi chalcayatl como cuando era mancebo, ahora lo podía adornar con caracoles de oro y ovillos de algodón.
A las dos vueltas del calendario llevaba a los mancebos al monte a traerla leña para el tepochcalli y cuicacalco, me cargaba dos leños gruesos para probar la habilidad que ya tenia, algunas veces me cargaban las rodelas para que las llevase a cuestas; por la facilidad que tenia del dominio del ejercicio y buenas costumbres me volví tiachcauh y pasadas dos vueltas de calendario me eligieron tepochtlato, además de aprender a labrar la tierra, éramos adiestrados en elmanejo de la macana, el lanza dardos, el arco, teníamos ejercicios y disciplinas para resistir excesos de calor y frió, las carreras de entrenamiento aumentaban nuestra velocidad, pero teníamos que tener agilidad y habilidad para correr sin hacer ruido y sorprender al enemigo, aprendimos a pelear con el enemigo sin armas y fabricar trampas para obtener cautivos.
Ya pronto llegaremos al...