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José manzano



Erase una vez un árbol enorme que crecía en una pequeña isla en Japón, los japoneses sienten un gran amor y respeto por la naturaleza y tratan muy biena todos los arboles, flores, arbustos con más cariño que a los propios ciudadanos.
En las otras islas no había algo similar a este árbol, en todas tardes de verano la gente acudía al árbol parasentarse bajo la ancha sombra y admiraba el bellísimo paisaje.
Así fue mucho tiempo, pero a lo largo de los días surgió un problema, el árbol había crecido mucho, sus ramas eran tan largas que cubríantoda la isla, por más que buscaran solución no la tenían, a la mitad de la isla no le daba sol y había mucho frio, los huertos no podían crecer y las calles estaban muy húmedas, la gente pálida yresfriada decían:
¿Qué podemos hacer?, ¿Qué podemos hacer?,
Todos trataron de estudiar el árbol para ver si encontraban una solución, llegaron a la conclusión de que tristemente había que cortar el árbol,hubo muchos llantos, muchas personas tristes.
El árbol era tan bello y antiguo que no solo entristecían a los habitantes de la pequeña isla sino que también los asustaba, pero todo el mundo estabaconvencido de que esa era la solución.
Fue muy difícil talar el árbol, pero una vez que lo cortaron surgió otro problema, el árbol ocupaba toda la isla debido a su tamaño.
Pero empezaron a trocearlomuy deprisa. Primero cortaron las ramas y su madera se repartió entre todos, para que cada uno pudiese fabricar algo que le recordase a su árbol tan amado. Algunos hicieron pequeñas mesas, otrosbalcones para sus casas, otros tallaron marcos para los biombos y otros fabricaron cajas, bandejas, cuencos, cucharas, peines y horquillas para adornar el cabello de las mujeres.
Al final solo quedo eltronco desnudo del árbol, rápidamente llegaban muchos viajeros y querrían la madera para fabricar barcos, pero las personas dijeron que no, se reunieron y decretaron:
¡Como el pueblo no quiere...