Abuso del Drcho.

LA TUTELA DE LOS EMBRIONES CONGELADOS
EN LA REPÚBLICA ARGENTINA (2004-2006)
Análisis de su fracaso a la luz de la cura ventris.
Ricardo D. Rabinovich-Berkman
Universidad del Museo Social Argentino – Universidad de Buenos Aires
Tutor de los embriones y ovocitos pronucleados humanos de la ciudad de Buenos Aires

1. ANTECEDENTES
En trabajos anteriores, he expuesto las razones por lascuales creo que en la República Argentina se dan cita una serie de factores, sociológicos y jurídicos, que deparan un escenario peculiar, único en el mundo, con relación a la práctica de la fecundación humana extracorpórea, y la subsiguiente criopreservación de los embriones u ovocitos pronucleados que no se implantan en la mujer1.
No es del caso, pues, reiterar lo ya expresado en esasoportunidades, y para mayor desarrollo del tema a ellas me remito, porque se trata de trabajos publicados y fáciles de conseguir. Sólo deseo recordar cuáles son esas circunstancias que se conjugan en la Argentina para crear tal cuadro idiosincrásico.
Por un lado, la presencia de una altísima tecnología médica y biológica, que ha colocado a los centros argentinos de fecundación extrauterina humana en losmás elevados niveles de consideración internacional2. Tal vez haya incidido en ese desarrollo la previa experiencia local con ganado, debida a las actividades pecuarias que caracterizan al país. Sin embargo, en los últimos tiempos el vector se ha revertido, y ahora son los especialistas en gestación extracorpórea humana los que brindan sus conocimientos para las experiencias con otros animales3.Como sea, es indiscutible la calidad de los médicos y bioquímicos locales que trabajan en estos campos4.
Por el otro, la existencia de una clase media alta que, a pesar de los embates que ha sufrido en los últimos lustros, aún es numerosa, al menos lo suficiente como para abonar los importantes precios que se pagan por la realización de fecundaciones extracorpóreas5. Estas prácticas no soncubiertas por los servicios de salud pública, y salvo muy contadas excepciones tampoco por las obras sociales ni por las empresas de medicina prepaga. Sin embargo, las clínicas especializadas no dan abasto. Además, y quizás en ello incida también la depresión de la divisa argentina frente al dólar estadounidense, en los últimos tiempos los institutos se han lanzado a captar pacientes del exterior6.
Entercer lugar, y en contraste con su excelencia tecnológica, el país presenta una situación deplorable en materia de policía sanitaria, y de control del cumplimiento de las normas vigentes. La falta de respeto por las leyes y disposiciones jurídicas en general es abrumadora, y recorre todas las capas y circunstancias del entramado social. Suele obedecerse una norma sólo por temor al castigo. Empero,al mismo tiempo se sabe que ese castigo es hipotético, o incluso fácil de evitar por medio de contactos o sobornos. El divorcio entre legislación y realidad es abismal. El país posee un plexo de leyes bastante satisfactorias, que casi nunca se cumplen ni respetan. Suele hablarse de “anomia”, pero si ésta es la “ausencia de ley” o, en sentido psicológico y sociológico, el “conjunto de situacionesque derivan de la carencia de normas sociales o de su degradación”7, el término no es correcto. En realidad, lo que se verifica en la Argentina es una “disnomia”, si se quiere, porque las normas existen, pero no se cumplen.
En el caso particular de la fecundación asistida y la criopreservación de embriones y ovocitos pronucleados humanos, también se presenta, además, un cuadro anómico real. Enefecto, decenas de proyectos de ley se han presentado desde la dédada de 1980 en el Congreso nacional, con muy diferentes ópticas y sentidos, y todos ellos fueron archivados, llegando a diversos estados de trámite parlamentario. Actualmente se halla a estudio del Senado federal una nueva propuesta, y existe voluntad de llevar el tema adelante, pero los antecedentes no permiten un gran optimismo....