Aceptacion

A partir del libro La sociología del cuerpo de David Le Breton, es que comenzamos a decir que uno de los imaginarios sociales más fértiles de la modernidad, es encontrar a través del cuerpo la conexión con los otros y no la exclusión e interrupción que distingue al individuo.

Si bien el cuerpo marca el encierro físico del que se es objeto, permite, a través de la separación que me genera paracon los otros, una “atención redoblada al cuerpo”. Es la huella más palpable del actor en cuanto se distienden los vínculos sociales y la trama simbólica que provee significaciones y valores.

Decir cuerpo, es hablar de ficción, pero dice Le Breton, una ficción culturalmente operante. “La construcción social y cultural del cuerpo no es solamente de abajo para arriba, sino también a la inversa:implica la corporeidad no sólo en la suma de sus relaciones con el mundo, sino también en la determinación de su naturaleza. El cuerpo desaparece total y permanentemente en la trama de la simbología social que le proporciona su definición y que erige el conjunto de las etiquetas de rigor en las diferentes situaciones de la vida personal y colectiva. El cuerpo no existe en el estado natural,siempre está inserto en la trama del sentido,…incluso cuando se establece provisoriamente una ruptura en la transparencia de la relación física con el mundo del actor (dolor, enfermedad, comportamiento no habitual, etc.)”

Si nos remitimos al el control político de la corporeidad, debemos decir que la cuestión del poder, y especialmente de la acción política sobre la corporeidad con vistas al controldel comportamiento del actor, fue un dato central de la reflexión de las ciencias sociales en los años setenta. A partir de la perspectiva marxista, se convierte al aparato estatal en la instancia suprema de un poder de clase. Y donde toda política se impone por la violencia, la coerción y las restricciones sobre el cuerpo. A su vez, todo orden político se produciría conjuntamente con un ordencorporal. Y donde el sistema político identificado con el capitalismo es visto como la imposición de la dominación moral y material a los usos sociales del cuerpo y como favorecedora de la alienación.

Pero a este análisis del poder y la política sobre el cuerpo, no podemos más que agregarle el aporte de Michel Foucault, quien refiere que los cuerpos están atravesados por la materialidad delpoder.

Al nacer el niño, hay una fuerza que comienza a calarlo, que no agota ninguna cultura, y que podríamos decir que son las pequeñas formas de ejercicio del poder de las que habla Foucault. El niño nace como suma de disposiciones antropológicas, que a través de la inmersión en el campo simbólico, en la relación con los otros, puede comenzar a desplegar. Pero aquellas inscripciones en el cuerpoque van armando la trama de sentido y que le permiten estructurarse a su grupo de pertenencia, están impregnadas del poder. Es por esto que Foucault plantea que el control de las actividades (las ciudades, las familias, los inmuebles, los sistemas penitenciarios, escuelas, colegios, hospitales, ejército o talleres), implica el control del empleo del tiempo de los actores, la elaboración gestualdel acto que descompone a este último en sus elementos sucesivos, hasta proceder a la más estrecha correlación del cuerpo. “El que está sometido a un campo de visibilidad y lo sabe, toma a su cargo las restricciones del poder, inscribe en sí mismo la relación de poder en el que juega…se vuelve el principio de su propia sumisión.”

Foucault desplazó los parámetros de análisis que en ese momentogozaban de mayor favor y atrajo la atención sobre las modalidades eficaces y difusas del poder cuando se ejerce sobre los cuerpos que están más allá de las instancias oficiales del Estado.

La investidura política del cuerpo pertenece más bien a una forma de organización difusa que impone su marca sin que ésta esté necesariamente elaborada y sea un objeto discursivo. Construye un dispositivo que...