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Debo confesarme culpable de propio ego, y me asumo responsable el día que muera ante Dios Nuestro Señor de todas mi faltas.
He vivido hasta el momento a mi manera pensándome siempre en la completa razón, no he dejado que el egoísmo carcoma mi alma y siempre he tratado de sembrar la generosidad, pero por más tiempo que pasa no ha llegado el día en el que acepte en mi misma la palabra del otro.Para mí la vida ha sido una competencia, ya que hasta hace poco he descubierto que aquel mundo que yo creía vivir y consideraba perfecto y fantasioso no era otra cosa que bajeza e inmoralidad.
¡Ah, pero cual fantasía, se preguntaran¡ Queridos míos, aquel mundo en el que me pensaba era ese hostil mundo de ganadores y perdedores; los ganadores , a los que yo creía pertenecer, era los que soportabanla pesada carga de sobrevivir en un mundo tan despiadado pero que aun así desafiaban a la vida misma y salían victoriosos; en cambio para mí los perdedores eran quienes no soportaban las duras pruebas de la vida y se engañaban a sí mismos para poder sobrevivir.
Hoy me digo perdedora, pues cuanto yo misma me engañe para no vivir mi realidad, aquel mundo no existe y hoy, tengo que admitir, leagradezco por ello al Cielo.
Muy a pesar de mis defectos puedo sentirme orgullosa de esta mano que escribe; cosas dolorosas, es cierto, pero que escribe con mi alma entera y corazón.
He sido presuntuosa pero también muy bendecida por esta imaginación que vuela por los aires y mira que palabras, nada más, escribe mi mano, y mira que las mismas susurra mi boca.
Dios mío, Dios mío, pero que cosas tancerteras, me cuesta admitir la sencillez de mi vida, tan simple y natural, pero feliz como ninguna, tal vez sea mi mente extraordinaria y mágica la que grita pidiendo la libertad que mi mano le brinda.
Me asusta pensar que tan alto es mi ego, que hasta estas, mis profundas faltas mi alma anhela confesar al mundo, ¿o será que ella solo lo hace para calmar la culpa?
Mi alegría más grande es al amorque siento por mi Santísimo Padre, que resulta ser infinitamente más grande que cualquier amor que yo podría llegar a sentir por mi misma o por cualquiera.
No me gusta que me superen, pero así es la vida, y ya no quiero definirme como ganadora o perdedora, quisiera poder decir que tan solo soy una persona aunque solo encuentro alivio en saberme aun una niña.
Yo me arrepiento, de aquellaterrible presunción en la que viví. Y el día que me muera no hare otra cosa que pedir Perdón a Dios y aunque yo no me lo merezca, allá arriba pediré clemencia y rogare así sea de rodillas que seas tú y solo tu quien me juzgue, porque solo tú, Dios mío, eres tan sabio y poderoso.
Tan amoroso, misericordioso y generoso, eres todas aquellas cosas tan buenas, a las que muchas personas han permanecidociegas.
Mi amada madre me dio a luz el 17 de mayo de 1997, como pueden ver en el siglo pasado, pero mi pensamiento no era para nada del siglo pasado, desde que tuve uso de razón, me caracterice por ser desde pequeña una criatura sumamente vivaz, a todas partes corría, todo anhela saber y mi palabra favorita se convirtió en: ¿Por qué?
Mi madre, llamada Sirley Fuentes, quiso aprovechar al máximoestas inquietudes que me despertaba el mundo, decidió comprarme el primer libro sin dibujos de la vida, hacia los 7 años, fue un golpe bastante duro, pero supuso un reto, y eso es lo que yo esperaba de la vida. Me tarde un año en decidirme leer el libro pero cuando lo hice ya no pude parar y comencé a leer otro y otro y así se fue mi vida de pequeña, entre libros, innumerables viajes a Cartagena deIndias, los mejores juegos y muchos amigos.
También hacia los 7 años (la edad en que sucedieron los hechos más significativos de mi vida) mis abuelos maternos, los únicos que recordaba haber conocido pues mi padre es huérfano de madre, decidieron comprar una preciosa finca a 15 minutos de Montería, mi tierra natal, a Alfonso Montiel Montes, mí amado progenitor.
Hacia esa misma edad,
en la cual...