Agua-Jose Maria Arguedas
José María Arguedas
Cuentos escogidos
© José María Arguedas © Fundación Editorial el perro y la rana, 2006
Av. Panteón, Foro Libertador, Edif. Archivo General de la Nación, P.B. Caracas -Venezuela 1010 telefs.: (58-0212) 5642469 - 8084492/4986/4165 telefax: 5641411
correo electrónico: elperroylaranaediciones@gmail.comEdición al cuidado de
Coral Peréz
Transcripción
Jairo Noriega
Corrección
Carlos Ávila
Diagramación
Mónica Piscitelli
Diseño de portada
Carlos Zerpa
isbn 980-396-273-6 lf 40220068003039
http://www.scribd.com/Insurgencia
La Colección Los ríos profundos, haciendo homenaje a la emblemática obra del peruano José María Arguedas, supone un viaje hacia lo mítico, se concentraen esa fuerza mágica que lleva al hombre a perpetuar sus historias y dejar huella de su imaginario, compartiéndolo con sus iguales. Detrás de toda narración está un misterio que se nos revela y que permite ahondar en la búsqueda de arquetipos que definen nuestra naturaleza. Esta colección abre su espacio a los grandes representantes de la palabra latinoamericana y universal, al canto que nosresume. Cada cultura es un río navegable a través de la memoria, sus aguas arrastran las voces que suenan como piedras ancestrales, y vienen contando cosas, susurrando hechos que el olvido jamás podrá tocar. Esta colección se bifurca en dos cauces: la serie Clásicos concentra las obras que al pasar del tiempo se han mantenido como íconos claros de la narrativa universal, y Contemporáneos reúne laspropuestas más frescas, textos de escritores que apuntan hacia visiones diferentes del mundo y que precisan los últimos siglos desde ángulos diversos.
Fundación Editorial
elperroy larana
http://www.scribd.com/Insurgencia
http://www.scribd.com/Insurgencia
Agua
A los comuneros y “lacayos” de la hacienda Viseca con quienes temblé de frío en los regadíos nocturnos y bailé en carnavales,borracho de alegría al compás de la tinya y de la flauta. A los comuneros de los cuatro ayllus de Puquio: K’ayau, Pichk’achuri, Chaupi y K’ollana. A los comuneros de San Juan, Ak’ola, Utek’, Andamarca, Sondando, Aucará, Chaviña y Larcay.
Cuando yo y Pantaleoncha llegamos a la plaza, los corredores estaban todavía desiertos, todas las puertas cerradas, las esquinas de Don Eustaquio y DonRamón sin gente. El pueblo silencioso, rodeado de cerros inmensos, en esa hora fría de la mañana, parecía triste. —San Juan se está muriendo —dijo el cornetero—. La plaza es corazón para el pueblo. Mira nomás nuestra plaza, es peor que puna. —Pero tu corneta va a llamar gente. —¡Mentira! Eso no es gente; en Lucanas sí hay gente, más que hormigas. Nos dirigimos como todos los domingos al corredor de lacárcel. El Varayok’ había puesto ya la mesa para el repartidor del agua. Esa mesa amarilla era todo lo que existía en la plaza abandonada en medio del corredor, solita, daba la idea de que los saqueadores de San Juan la habían dejado allí por inservible y pesada. Los pilares que sostenían el techo de las casas estaban unos apuntalados con troncos, otros torcidos y próximos a caerse;http://www.scribd.com/Insurgencia
colección los ríos profundos
10
sólo los pilares de piedra blanca permanecían rectos y enteros. Los poyos de los corredores, desmoronados por todas partes, derrumbados por techo, con el blanqueo casi completamente borrado, daban pena. —Agua, niño Ernesto. No hay pues agua. San Juan se va a morir porque Don Braulio hace dar agua a unos y a otros los odia. Pero DonBraulio, dice, ha hecho común el agua quitándole a Don Sergio, a Doña Elisa, a Don Pedro. —Mentira, niño, ahora todo el mes es de Don Braulio, los repartidores son asustadizos, le tiemblan a Don Braulio. Don Braulio es como el zorro y como perro. Llegamos a la puerta de la cárcel y nos sentamos en un extremo del corredor. El sol débil de la mañana reverberaba en la calamina del caserío de...
Regístrate para leer el documento completo.