ALFINen1000palabras

ALFIN EN 1000 PALABRAS, por FELICIDAD CAMPAL
Una realidad
Parece que estamos cerca de aquella Biblioteca Total con la que Borges soñaba y en la cual los lectores podrán tener a su disposición todos los libros imaginables, independientemente de donde se encontraran físicamente. Posiblemente tengamos delante la “gran biblioteca”, la biblioteca más grande creada por el hombre y que crece cadasegundo, de tal manera que la llamada “infoxicación” es una realidad y que hoy más que nunca se ha extremado la necesidad de potenciar las capacidades de análisis crítico y discriminación cualitativa (tener presente que mucho de lo que aparece en internet tiene escaso valor), así como también la capacidad de síntesis. Simplificando mucho y alejándonos de los dogmas teóricos, tan transitados en otrosespacios, esta podría ser una definición, otra más, de alfabetización informacional (en adelante ALFIN) a la que habría que añadir para que estuviera completa, la idea de la necesidad: de información, de buscarla, de saber utilizar fuentes fiables, de seleccionar esa información con espíritu crítico y finalmente de aplicarla y utilizarla de manera ética y legal. La única manera de que la velocidaddel cambio de paradigma no nos arrastre en el intento de convertir el enorme torrente de información de nuestro tiempo en conocimiento es saber manejar esa información, sea cual sea el aspecto o formato en el se presente, esto requiere una multialfabetización.
Dos actitudes
Cuando se habla de ALFIN desde las bibliotecas públicas, no todo el mundo está de acuerdo. Las actitudes acostumbran a estarfuertemente polarizadas. En efecto, hay como mínimo, dos claros extremos que exhiben perspectivas distintas y aparentemente muy contrapuestas: por un lado, lo que se ha dado en llamar el evangelismo “alfinero” ; por otro, el más acérrimo pesimismo pedagógico.
El primero se basa en una gran confianza en las posibilidades transformadoras de ALFIN en las bibliotecas. Sugiere imágenesparticularmente atractivas que evocan que otras bibliotecas serían posibles si se aprovechara la capacidad formativa como una oportunidad, utilizando todas las herramientas disponibles a nuestro alcance, desde la infraestructura de la propia biblioteca, las colecciones, hasta la última tecnología y la filosofía 2.0. En las acciones formativas, tendremos que considerar, tanto a los inmigrantes digitales como alos nativos digitales, incidiendo especialmente en la alfabetización digital de los primeros y en la informacional para ambos, ya que aunque los nativos digitales difícilmente podrían sobrevivir en un mundo en el que no estuvieran permanentemente conectados.
El evangelismo alfinero tiene un discurso muy potente y evocador, pero en ocasiones peca de falta de realismo al no proponer puentes entrelas imágenes propuestas de un futuro deseable e idealizado y la cruda realidad cotidiana de las bibliotecas aquí y ahora. Por muy cautivadoras que sean las propuestas inspiradas en las posibilidades actuales de ALFIN, no hay fórmulas mágicas que permitan llevar el tan ansiado cambio de paradigma ALFIN a la práctica de un día para otro. El evangelismo es inspirador, pero quizá poco pragmático. Elpesimismo, por su parte, da por muertas las oportunidades ofrecidas por ALFIN considerando que esta no es función ni de las bibliotecas, ni de los bibliotecarios, y por consiguiente, ni siquiera pretende tener una vocación propositiva.
Tres pasos ¿Cómo hacerlo?
1. Definir los objetivos: El primer paso consiste en definir claramente cuáles son los objetivos que se han de conseguir y hacerlo de formaque se expresen en competencias que puedan ser evaluadas de forma empírica. Esto significa que no basta con tener algunas ideas claras acerca de, por ejemplo, las competencias del siglo XXI, sino que es preciso traducirlos en marcos de referencia útiles y, esto es lo más importante, formularlos de forma que sean evaluables. Para poder enfrentar los nuevos desafíos que plantean la sociedad del...