Alicia_al_Alba

Páginas: 6 (1288 palabras) Publicado: 2 de noviembre de 2015
032-Alicia y hombres FI

24/10/08

10:17

Página 5

032-Alicia y hombres FI

24/10/08

10:17

L

Página 7

a casa donde la vi por última vez ya
no existe. En su lugar se alza ahora uno de esos edificios que resbalan a la
vista y adoquinan el cielo de sombra. Y sin
embargo, aún hoy, cada vez que paso por
allí recuerdo aquellos días malditos de la
Navidad de 1938 en que la calle Muntaner
trazabauna pendiente de tranvías y caserones palaciegos. Por entonces yo apenas levantaba trece años y unos céntimos a la semana como mozo de los recados en una
tienda de empeños de la calle Elisabets. El
propietario, don Odón Llofriu, ciento quince kilogramos de mezquindad y recelo, presidía su bazar de quincallería quejándose
hasta del aire que respiraba aquel huérfano
7

032-Alicia y hombres FI24/10/08

10:17

Página 8

de mierda, uno entre los miles que escupía
la guerra, a quien nunca llamaba por su
nombre.
—Chaval, rediós, apaga esa bombilla,
que no están los tiempos para dispendios. El
mocho lo pasas a vela, que estimula la retina.
Así discurrían nuestros días, entre turbias noticias del frente nacional que avanzaba hacia Barcelona, rumores de tiroteos
y asesinatos en las calles delRaval y las sirenas alertando de los bombardeos aéreos.
Fue uno de aquellos días de diciembre
del 38, las calles salpicadas de nieve y ceniza, cuando la vi.

Vestía de blanco y su figura parecía haberse materializado de la bruma que barría las
calles. Entró en la tienda y se detuvo en el
leve rectángulo de claridad que serraba la
penumbra desde el escaparate. Sostenía en
las manos un pliego deterciopelo negro
que procedió a abrir sobre el mostrador sin
mediar palabra. Una guirnalda de perlas y
8

032-Alicia y hombres FI

24/10/08

10:17

Página 9

zafiros relució en la sombra. Don Odón se
calzó la lupa y examinó la pieza. Yo seguía
la escena desde el resquicio de la puerta de
la trastienda.
—La pieza no está mal, pero los tiempos no están para dispendios, señorita. Le
doy cincuenta duros, ypierdo dinero, pero
esta noche es Nochebuena y uno no es de
piedra.
La muchacha plegó de nuevo el paño
de terciopelo y se encaminó hacia la salida
sin pestañear.
—¡Chaval! —bramó don Odón—. Síguela.
—Ese collar cuesta por lo menos mil
duros —apunté.
—Dos mil —corrigió don Odón—. Así
que no vamos a dejar que se nos escape. Tú
síguela hasta su casa y asegúrate de que no
le dan un porrazo y ladespluman. Ésa volverá, como todos.
El rastro de la muchacha se fundía ya
en el manto blanco cuando salí a la calle.
La seguí por el laberinto de callejas y edifi9

032-Alicia y hombres FI

24/10/08

10:17

Página 10

cios desventrados por las bombas y la miseria hasta emerger en la plaza del Peso de la
Paja, donde apenas tuve tiempo de verla
abordar un tranvía que ya partía calle Muntaner arriba.Corrí tras el tranvía y salté al
estribo posterior.

Ascendimos así, abriendo raíles de negro
sobre el lienzo de nieve que tendía la ventisca mientras empezaba a atardecer y el
cielo se teñía de sangre. Al llegar al cruce
con Travesera de Gracia me dolían los
huesos de frío. Estaba por abandonar mi
misión y urdir alguna mentira para satisfacer
a don Odón cuando la vi bajar y encaminarse hacia elportón del gran caserón. Salté del tranvía y corrí a ocultarme al filo de
la esquina. La muchacha se coló por la verja del jardín. Me asomé a los barrotes y la vi
ascender por la arboleda que rodeaba la
casa. Se detuvo al pie de la escalinata y se
volvió. Quise echar a correr, pero el viento
helado me había ya robado las ganas. La
10

032-Alicia y hombres FI

24/10/08

10:17

Página 11

muchacha meobservó con una sonrisa leve
y me tendió una mano. Comprendí que me
había tomado por un mendigo.
—Ven —dijo.

Anochecía ya cuando la seguí a través del
caserón en tinieblas. Un tenue halo lamía
los contornos. Libros caídos y cortinas raídas
puntuaban un rastro de muebles quebrados, de cuadros acuchillados y manchas
oscuras que se derramaban por los muros
como impactos de bala. Llegamos a un
gran...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS