Alma
















EL CUARTO PROCESO



































Obertura


FISIS: - ¡Al-Kimus, Philos, bienvenidos! Hoy debatiremos sobre el misterio del morir, para los oídos de la muchedumbre.

AL-KIMUS: - Fisis, Philos, gustoso he de expresarme. Pero no veo al hermano Bíos.

PHILOS: ¿Su ausencia es fruto del acaso o la voluntadnuestra?

FISIS: La presencia de Bíos, aunque de interés sumo, es ahora redundante. Philos, Al-Kimus, ¿qué tienen para decir sobre el final de los seres?

PHILOS: Tarde o temprano, en algún momento y lugar, moriremos. Desaparecemos por siempre, implacablemente y sin excepción, en toda la eternidad de la historia. Quizás suframos y sintamos dolor, tal vez durmamos para no despertar, estamosciegos ante el Destino. Pero jamás volveremos a sentir, a experimentar el ánimo y el movimiento, a tener pensamientos y voluntad. Todo aquello que fuimos e hicimos no será más, sino recuerdo ajeno. Las partes de nuestra persona, antes llenas de calor, se quedarán frías y marchitas como polvo en un ataúd, cenizas en el aire o abono para la tierra. A la muerte no le importa el humano afán deinmortalidad, simplemente arrebata las fuerzas, sin mirar atrás. Y nada de nosotros le es suficiente, sino llevarnos íntegros hacia la nada más absoluta. ¿Qué de nosotros ha de sobrevivir? Nada ¿Seremos algo en esa nada? No, será la nada sin nosotros.

AL-KIMUS: La nada sin nosotros es la desintegración, de lo que previamente se hallaba en equilibrio dinámico, entre creación y regeneración, entre ciclo yregulación. Las funciones vitales de nuestros cuerpos, compañeras de una breve o larga existencia, disminuirán lentamente hacia su silencio. Sin respuesta ni reacción alguna, el cuerpo no será organismo sino elementos componentes. Sus concentraciones serán desiguales, y todo padecerá en cadena sus efectos irremisibles.

FISIS: Sus efectos irremisibles serán materiales y evidentes. Mediremos susustancia y observaremos su período. Quieta la experiencia, el cuerpo es partícula y vacío. Ésta es, entonces, la muerte. El tránsito indeterminado hacia la nada sin forma. ¡Divúlguenlo!

THEOS: ¡Alto, soberbios! ¿Qué es la muerte de un hombre contra la muerte de un sol? ¿O de una pequeña criatura? ¿Pueden hablar ustedes por todos, que sólo ven la moneda por su sello? Hay quien escucha susintenciones. ¡A Él han de conocerle el día de vuestra partida!

FISIS: ¡Que agravio tu visita, inesperada como inoportuna! ¿Tienes algo, acaso, para decir sobre la existencia de tu Dios, cuando siquiera conoces la existencia del hombre?

THEOS: Las cosas de los hombres son conocidas por los hombres, y las cosas de Dios, aún misteriosas para nosotros, son por Él perfectamente ciertas y conocidas.FISIS: Vete ahora con tu sofisma, insensato. Vives en el desconocimiento pues te has quedado dormido. Vuelve sobre tus pasos, y no regreses hasta que tengas una razón suficiente para tu fe.

AL-KIMUS: Duro has sido con él, Fisis. Su ánimo era salvarnos de lo que considera es nuestro perjuicio.

FISIS: No ha iniciado cordialmente su queja, de todos modos. Además, harto tiempo nos hizo perderen el pasado, y no hay peligro alguno para requerir su auxilio. Intenta hacernos cautos frente a un riesgo que no existe.

ANIMUS: Hay algo que vuestras declaraciones comparten, de lo que ninguno ha dado cuenta

FISIS: ¿Quién eres tú y por qué has venido?

ANIMUS: ¿Cambia mi mensaje el conocimiento de mi persona?

PHILOS: Déjalo que hable, Fisis, sus propias palabras serán su juez. Decíausted, señor mío, que ignoramos algo que mutuamente compartimos.

ANIMUS: Así es. Su consenso sobre el tema no es unánime, por cuanto ha de incluir el error. De entre ustedes cuatro, al menos uno considera el asunto de modo distinto si bien comparte, entre distintos niveles de profundidad, el mismo caudal de conocimientos.

PHILOS: Usted confunde la verdad con su interpretación. Pues sobre...