Amalia

Capitulo 5

A las diez de la noche, la ballenera de Mr. Douglas partía como una flecha, de la bahía de Montevideo; y a las once se había perdido a la vista de los buques más lejanos del puerto.Envuelto en su capa, reclinado en la popa de la ballenera, Daniel ya no fijaba sus ojos en la ciudad de la orilla de la Plata, como lo había hecho veinte y cuatro horas antes: los tenía fijos en labóveda azul recordando su corta pero aprovechada residencia en Montevideo.

»Creí encontrar en los asociados de Montevideo todos los intereses políticos de la actualidad, y los encuentro en anarquía:gano un desengaño.

»Pensé que los viejos unitarios eran hombres prácticos, en quienes la ciencia de los hechos y de las altas vistas dominaba su espíritu; y hallo que son hombres de ilusiones comocualesquiera otros, o más bien, con más ilusiones que los demás.

Ahora, ¡Dios nos proteja, porque espero muy poco de los hombres!

Dios, que es la sabiduría y la unidad del universo.

Dios, querevela el porvenir de estas regiones.

»Las generaciones se suceden en la humanidad, como las olas de este río, inmenso como el mar.

los pueblos de la Plata tendrán al fin su siglo, su destino ysu imperio

»tengo fe en el porvenir de mi patria.

¡Patria! ¡Patria! ¡La generación presente no tiene sino el nombre de sus padres!

»¡Y tú, Florencia, ídolo amado de mi corazón; tú, ángelconciliador de mi alma con la vida, de mi corazón con los hombres, de mi destino con mi patria; tú, hebra de luz que me pones en la relación con Dios, extendida desde el cielo al lodo terrenal en que meahogo; tú, tú eres el único ser de todos los que he visto sobre la tierra a quien quisiera volver a hallar en el cielo, para que nuestras almas volviesen de cuando en cuando, entre los rayos pálidos dela luna, a contemplar la tierra que fue testigo de nuestro amor, como es testigo de tanto desengaño; de tanta virtud mentida; de tanto crimen y miserias reales!»

Daniel inclinó su cabeza sobre...