Antologia

La lluvia Agua que llora la piedra
Leyenda Zapoteca

Una vez alguien preguntó por qué los días de calor preceden a las lluvias, y otro contesto:
-Hubo un tiempo en el que solo existían dos lugares donde nacer: La ciudad del Cielo o la Ciudad de la Tierra, y solo dos reyes a quienes obedecer, y cada uno reinaba en una ciudad.
El rey del cielo era más poderoso. Tanto que el Sol,la Luna y las estrellas le obedecerían sin titubear.
Era tan grande su poder que también la Tierra podía ser suya si lo deseaba, pero no lo era porque él todavía no conocía el significado de la palabra conquista.
Este soberano deseaba casar a su hijo con la hermosa hija del rey de la Tierra, y como la ley decía que el padre podía pedir esposa para su hijo, sin consultar lavoluntad del príncipe, mando llamar a las biniguendas, que eran sus agiles hadas, y las envió a la Tierra a buscar a la doncella.
-¡Hadas mías! -Les ordenó- . Quiero que bajen a la Tierra como embajadoras y pidan la mano de la princesa.
Las biniguendas, que tenían los pies tan ligeros como para andar más aprisa que la luz del cielo, llegaron junto con el primer esplendor de la mañana a laúnica ciudad de la Tierra.
No preguntaron dónde estaba el palacio porque ellas lo sabían todo y, sin siquiera golpear las puertas, llegaron hasta donde se encontraba el rey de la Tierra.
-Majestad - dijo la mayor de todas-, El rey del cielo quiere casar a su hijo con tu hija y hasta aquí nos ha enviado para pedirte su mano.
Enseguida, el rey de la Tierra mando llamar a la princesa. Ella, alentrarse de semejante propuesta, se estremeció y respondió con absoluta firmeza:
-Estoy locamente enamorada de un criado de palacio y solo con él me casaré.
El rey de la Tierra, que solo deseaba la felicidad de su hija, envió a sus propias biniguendas con la siguiente orden:
-Vayan al la ciudad del cielo y díganle al rey que la princesa de la tierra no desea casarse con su hijo.
Sushadas le obedecieron y volaron llevando el mensaje. Nadie pudo imaginar lo que ocurría después.
Cuando el rey del cielo recibió el rechazo sintió que por dentro le estallaba una tormenta; no sabía si estaba triste, furioso y fue en ese preciso instante en que desató su inmenso poder:
-¡Hare desaparecer el sol! ¡Hare desaparecer la luna! –Bramo en un primer ataque de rabia-.
¡Voy a alejartanto las estrellas y los luceros que ya nadie podrá volver a verlos brillar!
Al rato el rey se tranquilizo y comprendió que, en realidad, no quería dañar a todos los habitantes de la Tierra, pues el único obstáculo que se interponía entre él y sus deseos de casar al príncipe con la hermosa princesa era ese dichoso criado.
“¡Hay que desterrar al plebeyo!”, se dijo satisfecho, y despuésde pensarlo un momento, dio la orden nefasta. Nunca se supo como sacaron al pobre criado del palacio, ni por que caminamos dormidos lo condujeron, ni en la oscuridad de que noche terrible lo llevaron a Danibacuza, el cerro que bostezaba. Pero allí lo dejaron, en la bocaza de aquella colina, y nadie más lo volvió a ver.
La novia del joven desaparecido lo lloraba en palacio, la madre lolloraba en el pueblo y ambas lo lloraban en la noche y día. Hasta que una madrugada, la princesa no pudo soportar mas tanto dolor y escapo, dejando atrás su llanto y el pueblo, decidida a buscar a su amado y a no detenerse hasta encontrarlo.
El rey del cielo, que podía ver todo lo que sucedía en la Tierra; se enfureció al descubrir esta huida y envió su terrible castigo: -¡Suprime la lluvia,pondré el sol en el centro del cielo y afilare sus rayos para que los abrase con su fuego! – Dijo, y lo hizo. Así pasaron dos plenilunios y dos lunas nuevas de sequia.
Mas la princesa fugitiva, que ya había recorrido cien veces los mismos senderos, finalmente adivino donde se encontraba su novio.
A toda prisa subió al Danibacuza, pero al intentar rescatar a su amado, dos centinelas...