antologia
Alumnos: Gómez Agustina, Rodríguez Maximiliano
Curso: 6to “A”
Grupo Boedo
Nicolás olivari
17 de octubre
Desde la negra barrera del otro lado de la villa,
donde el horizonte se fundía con la nada,
con salitre en la mejilla resecada
y una miel despavorida en la mirada
llegaron
los descamisados.
Desde la fragua abierta cual granada de su sangre,
encajada en el molde de lamuerte,
desde altos hornos pavorosos, crudo fuego enemigo
con las uñas carcomidas
y el cabello chamuscado en cansancio secular
sus mujeres desgreñadas por el hambre y sus crías
que no lloran porque miran,
llegaron
los descamisados.
Sin más arma que el cansado desaliento que en sus trazos se hizo hueco
frente al río enchapado de alquitranes y petróleos,
solfatara de mil diablos expulsados,
del ansiosocielo antiguo de los pobres,
detenido en el asombro de su paso,
la pupila desbarrada en la angustia esperanzada
en un hombre que hace luz en la tiniebla,
que levanta todo aquello que se daba por perdido,
por perdido y para siempre,
llegaron
los descamisados.
Desde el otro lado de los puentes destruidos
por la mano codiciosa de los despechados
con un grito silencioso en la grieta de los labios,clamoroso, esperanzado,
latir azul celeste en las venas que se crispan,
levantando los racimos en las manos,
hacia un hombre presentido,
que vibraba delicado,
llegaron los descamisados.
Desde el taller cerrado y la fábrica con su cara
clausurada de bondad,
patinada
por el antiguo sudor de sus familiares,
invadieron la ciudad
y el grito fue invadiendo las conciencias
hasta hacerle claridad.
Claridadjunto al Líder recobrado
por su pueblo, el gran pueblo, solo el pueblo,
y para siempre... para siempre, desde entonces
es nuestro, solo nuestro, recobrado por el pueblo,
en aquel día de gloria que empezó oscuro y trágico
hasta hacerse claridad,
cuando el nombre iluminado,
mi prójimo y vecino, mi compañero y hermano,
lo rezaran con el alma, cuando llegaron
los descamisados.
El piano solitario
Hay unpiano en el restaurant,
hay un piano, viejo, asmático,
sirve el tema y nace el plan
para un poema lunático.
Han uncido un hombre al piano, 5
y él toca sin saber,
toca siempre pero en vano
pues no le ayuda a comer.
Parece que es alemán o suizo,
y sueña con una fábrica de cronómetros, 10
y tiene un aire mestizo
de Werther con ribetes metronómicos. [28]
¿Tendrá mujer este hombre? o unahija
flaca y con granos y ojos blanquecinos,
cuando va hacia el conservatorio ella se fija 15
si su padre sigue uncido a su destino.
Yo abro un concurso internacional
para los tristes que la tierra apresa,
a ver, ¿cuál es el poeta sentimental
que al del piano le gane la tristeza? 20
Este hombre toca, toca y toca,
¡quién pudiera leer en su interior!,
debe tener tanta rabia loca
comopara hacer definitivamente la revolución.
Más triste que el destino de este pianista 25
no debe haber destino. Trina, trina,
desde el piano con su música evangelista
mientras le inundan los malos olores de la letrina,
o de la cocina que está a su lado
-olor de gachas donde nadan tres fideos-, 30
que no alimentan y en hilachas un asado
que lleno de pimienta atasca los deseos.
El patrón dela venta le endilga su homilía,
y el pianista sonríe olvidado de su poca suerte,
¡ha tenido un sueño tan bello!, vio a Santa Cecilia 35
¡danzando!, ¡danzando! su inédito minuet de la muerte. [29]
Este hombre se debería suicidar
antes que el hambre que ya lo amoja
con la filarmonía del ayunar
lo lleve a tocar 40
a la corte celestial
del Figón de la reina Patoja.
Pero este hombre seagarra a la vida
porque tiene un secreto a falta de sopa,
yo le oí decir con vez conmovida, 45
¡ah cuando se estrene por fin mi ópera!
Este hombre toca, toca y toca
y su hija viene a oírle sus absurdos trinos,
su hija es fea, tiene granos, pero cuando el padre toca,
¡ah! cuánta la dulzura de sus ojos blanquecinos
Álvaro yunque
FABRICA
Monstruo rojo que ruge;
y por la chimenea de su...
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