Antonio Lopez De Santa Anna
El gran historiador Lucas Alamán, que lo conocía muy bien, dio también su opinión sobre el: “Conjunto de buenas y malas cualidades,talento natural muy claro, sin cultivo moral ni literario; espíritu emprendedor, sin designio fijo ni objetivo determinado; energía y disposición para gobernar, obscurecidas por grandes defectos;acertado en los planes generales de una revolución o una campaña, e infelicísimo en la dirección de una batalla”.
Pero el hombre era carismático, “seductor”, como dice Justo Sierra: “La nación enteraestaba a los pies de aquel don Juan del pronunciamiento, del te deum y del préstamo forzoso, el gran seductor para quien la republica era una querida, una concubina. Para Sierra, Santa Anna no era másque “disimulo, perfidia, astucia, perspicacia, todo al servicio de la vanidad y la ambición”. Su mejor biógrafo, José María Mares, lo llamo “nuestro mayor comediante”.
En 1817, al entonces capitánSanta Anna se le expidió una hoja de servicios. Allí en ese documento, textualmente se dice que su edad es de veintidós años, que su “país” es Jalapa, que su calidad es noble, que su salud es buena;su valor, conocido; su aplicación, poca; su capacidad, bastante, y su conducta, mediana. Los oficiales que lo calificaron, sin ser psicoanalistas ni psiquiatras, simplemente observadores, describieroncon claridad meridiana las virtudes y defectos del entonces joven capitán. Así pues, que nadie se llame engañado o sorprendido por lo que Santa Anna fue.
Josefina Zoraida Vázquez dice de el:...
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