Arma del periodista

El calibre 50 del periodista
Leer, leer, leer, éstas son las palabras que no podían faltar en la parte lateral del pizarrón del aula. El salón 10 de la Universidad Autónoma de la Laguna, con susdesagradables mosquitos, se convirtió en un santuario del conocimiento, teniendo como líder al señor Alejandro Tovar.
Los jóvenes esperaban que la clase fuera tediosa y que el profesor fuerauna persona muy estricta. Pero en los primeros días, los alumnos quedaron seducidos por el carisma de aquel hombre con sombrero, y al escuchar la voz potente, que comunicaba los muchos conocimientosque poseía. La información proporcionada por el educador, eran datos de cosas comunes que la gente ignoraba.
El maestro, no es el que solo te enseña en la clase, es el que te enseña en lavida. Enseña que no basta quedarte con las enseñanzas y las teorías que imparte en el aula, te ínsita a investigar, observar, escuchar y analizar las cosas que se encuentran en el exterior. Educadorescomo esos, quedan pocos, pero esos alumnos tuvieron la suerte de tener al frente de la clase, un maestro.
En su estancia en el recinto, gracias a la experiencia de su profesor, losestudiantes pudieron tener el placer y el lujo de conocer a personas con gran influencia en el medio, brindándoles la oportunidad de instituirse y escuchar la trayectoria de los personajes. Cuando conocieronlas diferentes ocupaciones en la rama de la comunicación, los jóvenes pudieron analizar y decidir su enfoque en la carrera.
La materia impartida, no solo se dio la práctica de laescritura, también se desarrollo la vocación investigativa. Se entendió que el comunicólogo tiene que saber de todos los temas, debe tener el conocimiento necesario para complementar y argumentar susopiniones. Los alumnos involucrados en la clase, se informaron un poco más a cerca de lo que ya conocían, ya que esto los llevará a ser profesionistas preparados para enfrentar todo tipo de situación....