atrapados en la excusa

Atrapados en las excusas
Todos fallamos en algún momento. Incumplimos compromisos, no alcanzamos metas o decepcionamos a otros con comportamientos inadecuados. Además, la sabia conciencia nos diceque somos la razón de la falla, pero, en lugar de reconocerlo, activamos la fábrica de justificaciones creativas que solo conducen a cometer un segundo y más grave error. Es más, algunos hasta achacande inmediato a otros la responsabilidad de su falta; ¡triple error!
Los pretextos son maquillajes de la culpa y como tales, no resisten el debate de sus propios argumentos. Por eso se dice que sonmedio hermanos de la mentira. A veces, si no se cumple una tarea se intenta descalificar a quien la asignó: “Usted no comunicó bien, me confundió, se contradijo, las reglas no estaban claras, etc.” Sinanalizar a fondo los asuntos, se reacciona incluso en nombre de otros para diluir la carencia de responsabilidad personal; y bien dice aquello de que “quien se excusa no indagado, en el asunto estáuntado”.
Es legítimo disculparse por no haber hecho algo tal como se esperaba. Podemos carecer de capacidades, algo nos causa ser negligentes en un asunto y hasta se nos puede haber pasado por altouna obligación. Nadie está exento de eso, especialmente personas con agobiantes asuntos simultáneos que resolver. Entonces, ¿para qué desperdiciar la oportunidad de ser honestos disculpándonos,echándola a perder con un concierto de excusas?
Siempre existe el riesgo de que cuando muchos miembros de la organización se equivocan se crea que eso les otorga la razón, y podría no ser así. En ocasiones,una sola persona es quien está en lo correcto y pasa a jugar el papel de agente de cambio, pese al rechazo inicial que posiblemente recibirá. La persistencia, la serenidad, la tolerancia y la firmezaen las convicciones harán que la verdad de esta persona se abra paso paulatinamente.
Se puede ser responsable y cometer errores, incluso ser meticulosos en el detalle y descuidar un proyecto...