Autobiografía Escolar

Mi vida escolar empezó cuando ingresé al Jardín de Infantes “Abrojitos” a la edad de tres años, en el año 1998. Iba a jornada completa a causa de que ambos de mis padres trabajaban.
Según informes de las maestras sobre mí, indicaban que era una niña educada aunque decían que hablaba mucho.
Era un lugar cálido y cómodo, solía adaptarme bien a la situación en que me encontrase y no meprovocaba dificultad alguna integrarme a la clase, incluso había formado un grupo de amigos. Desafortunadamente en el año 2000 con cuatro años de edad, ya habiendo finalizado salita de tres, mis padres me cambiaron de jardín por problemas con el horario del lugar. En ese momento entre en salita de cuatro al Jardín de Infantes Integral Nº 01 D.E Nº3. Tuve que volver a hacer un nuevo proceso de adaptaciónal sitio y afortunadamente logré conformar otro nuevo grupo de amigos. Aún así, mis padres volvieron a cambiarme de Jardín, a causa de que yo había comenzado a realizar una actividad deportiva, patín, por lo que los horarios se superponían.
Allí fue cuando me incorporé a salita de 5 en un Instituto religioso que hasta hace un año continué concurriendo: Instituto “San Cristóbal”. Sin embargo éstecolegio solo poseía jornada matutina a lo que mi madre dejó de trabajar para cuidarme por las tardes y llevarme a las actividades que me gustaba hacer. Pude adecuarme a aquél área una vez más aunque me costó hacerlo al principio.
Recuerdo la maestra de esa salita cuyo nombre era “Evangelina”. Ella es la única que recuerdo entre los jardínes a los que fui, creo que es porque nos hacía jugar, eramuy simpática con nosotros y siempre nos ayudaba en lo que podía.

A la edad de 6 años en ése mismo cuerpo institucional comencé la primaria.
La docente que tuve en primer grado, “Analía”, quién poco tiempo después pasó a ser la directora de primaria, tenía mucha paciencia y era amable aunque a mí me parecía que no era del todo sincera.
Por otro lado me acuerdo que a causa de que yo hablabamucho una vez mandaron a la dirección y citaron a mi mamá por eso.
Entre los grados segundo y quinto no logro hacer mucha memoria pero tengo presente a dos docentes muy particulares. “María Esperanza” y “Miriam”. La primera cada vez que nos daba clase llevaba un equipo de música y nos hacía escuchar la radio, desde mi punto de vista era agradable y divertido, pero para muchos era incómodo.Tengo que admitir que aquello a veces provocaba desorden en el aula cuando algunos no lograban prestar la debida atención.
Aún así a mí me caía bien porque en todo momento llevaba una sonrisa dibujada en su rostro que a mis ojos era una sincera, y el trato que nos daba de alguna manera hizo que me encariñara. Lamentablemente tuvo que dejar de darnos clase porque tenía un problema en el corazón y esohizo que en ese momento me pusiera muy triste.
La segunda no era para nada alegre, solía entrar al aula malhumorada y en muchas ocasiones si un alumno estaba hablando mientras explicaba o se distraía con cualquier otra cosa, nos lanzaba una tiza o una boligoma. Personalmente creo que podría haber buscado otros métodos para manejar ese tipo de situaciones, en vez de usar aquellos.
Ahora bienpasándo a mis dos grados favoritos de todo el primario, sexto y séptimo grado, recuerdo que en ambos se hicieron dos campamentos, a los cuales fui junto con mis compañeros y otros docentes. Se me hizo interesante, ya que nos ayudó a integrarnos más entre todos a través de juegos, convivencia, actividades, entre otras cosas. A parte de esto, dos maestras que nos acompañaron a lo largo de éstos dosgrados quedaron en mi memoria hasta el día de hoy.
Una nos enseñaba matemática, “Lucrecia”, me caía muy bien, tenía distintos métodos para enseñar y si le preguntábamos algo que no entendíamos ella lo volvía a explicar las veces que fuera necesario con mucha paciencia.
Nunca me gustó la matemática pero gracias a ésta docente surgió mi interés en aprenderla y aunque me costara me esforcé en...