Autobiografia

Liceo Municipal “Antonio Fuentes del Arco”.
Escuelas De artes visuales y Diseño (E.D.A.V.)

Materia: Taller II. Investigación Educativa.
Tema: Auto-biografía escolar.

Profesora: Mónica Ureta
Alumno: Requena Lisandro

Fecha: 21 de junio de 2012

En esfuerzo mágico, casi fantástico, cruzo la barrera perceptiva, que separa “mi ahora” de aquellas realidades lejanas que tejen la memoriade mi infancia. Me traslado, busco momentos; las imágenes aparecen y empiezan a tener movimientos… comienzo a recordar.
Comprendo que aquellos momentos son marcas que de alguna manera direccionaron mi vida. Ellos brotan, sensacionales, cargados de nostalgia. Visualizo al instante a mi madre, ella se encuentra envuelta, como siempre, con esa luz admirable que caracteriza a todas las mamas; meencuentro sentado en la sillita de su bici, que con rumbo disparado, viaja hacia el jardín. Disipada la niebla de los primeros momentos, estoy allí, en la salita; las mesitas dispersas contienen niños que observan con atención sus juegos y no notan mi presencia. La señorita que tuve seria muy buena, pero yo estaría entretenido con otras cosas porque no recuerdo su nombre. El jardín es el de laescuela San Roque, escuela religiosa, que al igual que, mi futura escuela primaria “Luis maría Drago”, son las mas representativas de mi querido barrio “Sargento Cabral”. En la salita éramos como veinte, entre niñas y niños, todos con guardapolvito cuadritos celestes por un lado y rosados por el otro, pero con un toque particular: un moño de características enormes, rojo a lunares blancos formidablesque jamás olvidare. Allí pase grandes y perpetuos momentos, entre colores y buenos modales, inmerso en esa diversión eterna de la infancia. Jugábamos entre enormes tubos de cemento que estaban dispersos por el patio. Dentro, y a la hora indicada, la merienda con sus delicias. Los utensilios los sacábamos de la célebre bolsita que portaba nuestro nombre, y que colgábamos, todos, en la maderita conganchitos de la pared, la cual, exhibía sus ornamentos temáticos con esplendor. Cuando llegaba la canción que invocaba el guardar, nos dábamos cuenta que la tarde empezaba a culminar, y nos poníamos ansiosos, esperando el amoroso reencuentro que señalaba la vuelta a casa; en hileras, todos juntos y cantando nos despedíamos hasta un nuevo día.

Ya en la primaria, los colores y sus cosas, virana una interpretación más racional y consiente. Es aquí donde di cuenta de mi relación con los otros “mis amiguitos”. Como extraños esos tiempos. La señorita Nora, de primero a cuarto, y la seño Yolanda, de cuarto a séptimo, impregnaron palabras únicas que en el hoy perduran; me apropie de ellas por su sabiduría, “el que persevera triunfa” y “la bondad del corazón, vence enemigos casi invencibles”fueron algunas de ellas. Los chicos diversos cuchichean por siempre en el patio, allí nosotros jugábamos los torneos de hándbol, y las niñas de balón cesto. La escuela enorme tenía una escalera ancha que en forma heroica se alzaba hasta el primer piso; una vez allí se nos enfrentaban tres puertas que exhibían sus correspondientes letreros, “Dirección”, “Vice-dirección” y “Biblioteca”. De estas laque más me interesaba es la biblioteca, ya que a las otras tratábamos de evitarlas, a veces sin éxito. Creo que ella era mi refugio, allí quisiera estar siempre. Los libros que me llevaba a casa los devolvía enseguida porque los devoraba como con desesperación, me encantaban, en especial una serie de muchísimos capítulos que se llama “Elige tu propia aventura”. El ámbito era el propicio, un lugarpulcro, silencioso y amable, con una señorita bibliotecaria que era la responsable de que el lugar adquiriese semejantes halagos. Este espacio junto con el taller de niños pintores, eran los lugares que le ponían contexto a mis mas hermosas experiencias dentro de la escuela. En la primaria, mi transcurrir magnifico forjo las primeras grades amistades. Creo que es en estos tiempos, donde mi...