Ayapel Cultural
Páginas: 8 (1809 palabras)
Publicado: 4 de diciembre de 2014
EL TEMPLO PARROQUIAL DE AYAPEL
Por Roger Serpa Espinosa*
La Espada y la Cruz: La conquista de tierras y de almas.
La Conquista española en el país de los Zenúes se hizo con el filo acerado de la espada alimentando el poderío del Imperio, y con la cruz nutrida con la quimera celestial de las “dulzuras de Cristo”. El oro resplandeciente de los sepulcros obnubiló a los conquistadoresy a su desarrapada y hambrienta tropa profanando los cementerios sagrados de nuestros ancestros. Con la espada sedienta de sangre dominaron la resistencia indígena y con la cruz ávida de almas “gentiles” legitimaron el genocidio, la barbarie y la profanación.
La primera ermita: Por eso, cuando Alonso de Heredia, comisionado por su hermano uterino Pedro, incursiona en los dominios del CaciqueYapé, en 1534, se enfrenta a la feroz resistencia indígena y
luego de cruenta refriega sobre las ruinas ardientes de templos, bohíos y cultivos y la tierra teñida de sangre, ordenó la toma, reconstrucción y refundación del poblado nativo, reservando un espacio sagrado donde se levantó la primera ermita, en el marco de la plaza principal. Esta primera construcción fue de techo pajizo y paredesde caña flecha.
En 1570, Gazpar de Rodas establece un asentamiento en un punto del Alto San Jorge con gentes del antiguo poblado, con el propósito de controlar la producción de las minas de oro de Uré, dándole el nombre protector de Villa de San Gerónimo del Monte de Ayapel. Catorce años después (1584), él mismo la traslada a orillas de la ciénaga con el nombre Villa de San Gerónimo de Ayapel,donde se encuentra actualmente. Y erige una nueva ermita, al fondo de la plaza, al frente de la laguna, haciendo la entronización de la efigie del Santo Patrono, que hoy domingo 30 de septiembre justamente es venerada por miles y miles de feligreses nativos y foráneos.
Creación de la parroquia: En 1776 por cédulas reales y disposiciones episcopales de Cartagena de Indias, la Villa de SanGerónimo de Ayapel fue consagrada como parroquia, consolidándose como un pueblo de ganaderos, agricultores, pescadores, navegantes y comerciantes, con una abigarrada gama de matices étnicos ( indígenas, blancos, negros, mestizos, mulatos y zambos).
Dos años después, en 1787, el Padre Joseph Palacios de la Vega, misionero apostólico de la Ordende San Francisco de Asis, fue comisionado por el ArzobispoVirrey Antonio Caballero y Góngora, para la reducción de los indígenas Chocóes y Chimilas establecidos en el pueblo de San Ciprián, ubicado en el Alto San Jorge, y el restablecimiento de asentamientos triétnicos en la región. Lo primero que hizo el misionero seráfico al llegar a Ayapel fue arreglar la iglesia de techo pajizo y bahareque con gran esmero, engalanándola con primorosos adornos. Orígenes del templo actual: En 1831, fue designado párroco de Ayapel el presbítero José Pío Miranda Campuzano y Giménez de Ibarreta ( hijo de españoles, nacido en Mompox en 1800), quien supo combinar con acierto su misión espiritual y el impulso de obras en beneficio de la comarca: Abrió la trocha que comunicó a Ayapel con Cáceres (“Camino Padrero”), facilitando la intercomunicación terrestre entrela Costa Atlántica y el Interior del país a través de Antioquia, e inició en 1835 la construcción del actual templo quedando inconclusa la obra, sólo
con la torre izquierda, pero trunca hasta el campanario, en cuyo costado izquierdo existe un reloj de sol, cerca del cual estaba inscrita la fecha de 1835.
En 1880, Luis Striffler, físico y geólogo francés, visitó a Ayapel, testimoniando que¨la Villa de Ayapel estaba situada en una punta¨...¨En el fondo de la ciénaga ostentaba orgullosamente en un templo, la fachada de su iglesia, adornada con una elegante torre cuadrangular a la izquierda¨…¨Hoy, fachada e iglesia han desaparecido. No ha quedado más que el campanario¨…¨Una modesta ermita puesta detrás de las ruinas es el templo de un pueblo que se precia de muy religioso¨. Afirma...
Por Roger Serpa Espinosa*
La Espada y la Cruz: La conquista de tierras y de almas.
La Conquista española en el país de los Zenúes se hizo con el filo acerado de la espada alimentando el poderío del Imperio, y con la cruz nutrida con la quimera celestial de las “dulzuras de Cristo”. El oro resplandeciente de los sepulcros obnubiló a los conquistadoresy a su desarrapada y hambrienta tropa profanando los cementerios sagrados de nuestros ancestros. Con la espada sedienta de sangre dominaron la resistencia indígena y con la cruz ávida de almas “gentiles” legitimaron el genocidio, la barbarie y la profanación.
La primera ermita: Por eso, cuando Alonso de Heredia, comisionado por su hermano uterino Pedro, incursiona en los dominios del CaciqueYapé, en 1534, se enfrenta a la feroz resistencia indígena y
luego de cruenta refriega sobre las ruinas ardientes de templos, bohíos y cultivos y la tierra teñida de sangre, ordenó la toma, reconstrucción y refundación del poblado nativo, reservando un espacio sagrado donde se levantó la primera ermita, en el marco de la plaza principal. Esta primera construcción fue de techo pajizo y paredesde caña flecha.
En 1570, Gazpar de Rodas establece un asentamiento en un punto del Alto San Jorge con gentes del antiguo poblado, con el propósito de controlar la producción de las minas de oro de Uré, dándole el nombre protector de Villa de San Gerónimo del Monte de Ayapel. Catorce años después (1584), él mismo la traslada a orillas de la ciénaga con el nombre Villa de San Gerónimo de Ayapel,donde se encuentra actualmente. Y erige una nueva ermita, al fondo de la plaza, al frente de la laguna, haciendo la entronización de la efigie del Santo Patrono, que hoy domingo 30 de septiembre justamente es venerada por miles y miles de feligreses nativos y foráneos.
Creación de la parroquia: En 1776 por cédulas reales y disposiciones episcopales de Cartagena de Indias, la Villa de SanGerónimo de Ayapel fue consagrada como parroquia, consolidándose como un pueblo de ganaderos, agricultores, pescadores, navegantes y comerciantes, con una abigarrada gama de matices étnicos ( indígenas, blancos, negros, mestizos, mulatos y zambos).
Dos años después, en 1787, el Padre Joseph Palacios de la Vega, misionero apostólico de la Ordende San Francisco de Asis, fue comisionado por el ArzobispoVirrey Antonio Caballero y Góngora, para la reducción de los indígenas Chocóes y Chimilas establecidos en el pueblo de San Ciprián, ubicado en el Alto San Jorge, y el restablecimiento de asentamientos triétnicos en la región. Lo primero que hizo el misionero seráfico al llegar a Ayapel fue arreglar la iglesia de techo pajizo y bahareque con gran esmero, engalanándola con primorosos adornos. Orígenes del templo actual: En 1831, fue designado párroco de Ayapel el presbítero José Pío Miranda Campuzano y Giménez de Ibarreta ( hijo de españoles, nacido en Mompox en 1800), quien supo combinar con acierto su misión espiritual y el impulso de obras en beneficio de la comarca: Abrió la trocha que comunicó a Ayapel con Cáceres (“Camino Padrero”), facilitando la intercomunicación terrestre entrela Costa Atlántica y el Interior del país a través de Antioquia, e inició en 1835 la construcción del actual templo quedando inconclusa la obra, sólo
con la torre izquierda, pero trunca hasta el campanario, en cuyo costado izquierdo existe un reloj de sol, cerca del cual estaba inscrita la fecha de 1835.
En 1880, Luis Striffler, físico y geólogo francés, visitó a Ayapel, testimoniando que¨la Villa de Ayapel estaba situada en una punta¨...¨En el fondo de la ciénaga ostentaba orgullosamente en un templo, la fachada de su iglesia, adornada con una elegante torre cuadrangular a la izquierda¨…¨Hoy, fachada e iglesia han desaparecido. No ha quedado más que el campanario¨…¨Una modesta ermita puesta detrás de las ruinas es el templo de un pueblo que se precia de muy religioso¨. Afirma...
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