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Durante muchos años, costa Rica ha sido vendida nacional e internacionalmente como un país verde y ecológico. Estas características han atraído a miles de visitantes que buscan una experiencia sanay amigable con el ambiente. Sin embargo, esa Costa Rica que se vende está muy distante de la realidad.
Un estudio realizado reciente mente por World Resources Institute, organización dedicada ainvestigar sobre temas ambientales, presenta a nuestro país como el mayor consumidor de plaguicidas en el mundo con 51 kg por hectárea cultivada al año. En Costa Rica existen 400 sustancias químicasdiferentes que son suministradas en los campos, muchas de estas sustancias están restringidas en nuestro país por su alto grado de toxicidad.

La utilización de plaguicidas y otros agroquímicos seda con mayor magnitud en las zonas Norte, Sur y Caribe, no es casualidad que sea en esas mismas áreas donde se encuentran extensos monocultivos de arroz, piña, banano y melón. Este es un métodoagrícola donde se destinan grandes cantidades de tierra para producir un único cultivo durante muchos años, trae consigo efectos secundarios que alteran la flora y fauna en el plantío y alrededores.
Estaproblemática con el exceso de sustancias en la agricultura convencional ha ido creciendo desde mediados de la época de los 90, cuando se reportó un fuerte incremento en el consumo de químicos, sinembargo, el área agrícola no aumentó ni aumenta de la misma manera. El uso desproporcionado de estas sustancias está causando gradualmente agotamiento de suelos, los campos ya no tienen la capacidadde producir como lo hacían hace solo un par de décadas y ante esta nueva situación los productores reaccionan aplicando aún más químicos a las plantaciones. Ésta medida provoca un ciclo dedependencia agroquímica al igual que lo provoca el monocultivo. Cuando hay una sobrepoblación de plagas se opta por agregar más plaguicidas, sin razonar el origen del problema. Muchas veces no existe razón...