Biografias
Para garantizar su reelección, Díaz a poyo la fundación de la junta Central Porfirista, en 1891, que más tardese convirtió en la Unión Liberal, que celebró en 1892 su Convención y propuso la reelección de Díaz, pero la condicionó recomendando también la observancia de cuatro libertades democráticas: sufragio,asociación, prensa y justicia.
El poder político se había concentrado en un reducido grupo, se había formado una oligarquía que dominaba al país con mano de acero. La participación de otrossectores sociales en puestos importantes de la administración pública estaba totalmente excluida. Al contrario no había ninguna movilidad en los integrantes del gobierno.
Aunque las apariencias de ungobierno republicano se conservaron, como lo señalaba Díaz al periodista Creelman en 1908: elecciones periódicas, existencia de tres poderes, régimen federal, nada de esto funcionaba conforme a susprincipios.
Aunque republicano el gobierno funcionaba como una monarquía, las elecciones eran una farsa, el poder legislativo y el judicial estaban formados por incondicionales del dictador, lasoberanía de los estados no existía en los hechos. Una burocracia inamovible gobernó desde entonces. El Senado fue un asilo de exgobernadores y generales seniles. Había cierta dificultad para ser diputado osenador, pero una vez alcanzado el puesto todo era fácil. Desde 1888 se acabó la historia política nacional y local.
A pesar de las muestras de oposición, de la crisis económica, de las denunciasde periodistas valerosos como Daniel Cabrera, Antonio Rivera y otros, el aparato político electoral y represivo del porfirismo ya había alcanzado un alto grado de eficacia. Se llevó a cabo la nueva...
Regístrate para leer el documento completo.