BOMBILLOS AHORRADORES
INTRODUCCION
El trabajo que a continuación se presenta le estaré hablando sobre los Bombillos
ahorradores Las lámparas ahorradoras o de bajo consumo son llamadas
técnicamente Lámpara Compacta Fluorescente tienen una vida útil mucho más
larga que las incandescentes, utilizan mucha menos
energía eléctrica (entre un 50
y un 80% menos) para producir la misma iluminación. Se expresara la historia, sus
partes, funcionamiento y ventajas de ellos.
Historia
Las lámparas ahorradoras de energía denominadas CFL (Compact Fluorescent
Lamp – Lámpara Fluorescente Compacta) son una variante mejorada de las lámparas de tubos rectos fluorescentes, que fueron presentadas por primera vez al
público en la Feria Mundial de New York efectuada en el año 1939.
Generalmente las lámparas o tubos rectos fluorescentes son voluminosos y
pesados, por lo que en 1976 el ingeniero Edward Hammer, de la empresa
norteamericana GE, creó una lámpara fluorescente compuesta por un tubo de
vidrio alargado y de reducido diámetro, que dobló en forma de espiral para reducir
sus dimensiones. Así construyó una lámpara fluorescente del tamaño aproximado
de una bombilla común, cuyas propiedades de iluminación eran muy similares a la
de una lámpara incandescente, pero con un consumo mucho menor y
prácticamente sin disipación de calor al medio ambiente.
PARTES DE UNA LÁMPARA CFL
Elementos que componen un bombillo ahorrador de energía.
Tubo Fluorescente:
Se compone de un tubo de unos 6 mm de diámetro
aproximadamente, doblado en forma de “U” invertida, cuya longitud depende de la
potencia en watt que tenga la lámpara. En todas las lámparas CFL existen siempre
dos filamentos de tungsteno o wolframio (W) alojados en los extremos libres del
tubo con el propósito de calentar los gases inertes, como el neón (Ne), el kriptón
(Kr) o el argón (Ar), que se encuentran alojados en su interior. Junto con los gases
inertes, el tubo también contiene vapor de mercurio (Hg). Las paredes del tubo se
encuentran recubiertas por dentro con una fina capa de fósforo.
Balasto Electrónico:
Las lámparas CFL son de encendido rápido, por tanto no
requieren cebador (encendedor, starter) para encender el filamento, sino que
emplean un balasto electrónico en miniatura, encerrado en la base que separa la
rosca del tubo de la lámpara. Ese balasto suministra la tensión o voltaje necesario
para encender el tubo de la lámpara y regular, posteriormente, la intensidad de corriente que circula por dentro del propio tubo después de encendido.
El balasto electrónico se compone, fundamentalmente, de un circuito rectificador
diodo de onda completa y un oscilador, encargado de elevar la frecuencia de la
corriente de trabajo de la lámpara entre 20.000 y 60.000 hertz aproximadamente,
en lugar de los 50 ó 60 hertz con los que operan los balastos electromagnéticos e
híbridos que emplean los tubos rectos y circulares de las lámparas fluorescentes
comunes antiguas.
Base:
La base de la lámpara ahorradora CFL se compone de un receptáculo de
material plástico, en cuyo interior hueco se aloja el balasto electrónico. Unido a la
base se encuentra un casquillo con rosca normal E27 (conocida también como
rosca Edison), la misma que utilizan la mayoría de las bombillas o lámparas
incandescentes. Se pueden encontrar también lámparas CFL con rosca E14 de
menor diámetro (conocida como rosca candelabro). No obstante, existen variantes
con otros tipos de conectores, de presión o bayoneta, en lugar de casquillos con
rosca, que funcionan con un balasto electrónico ...
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