buenos aires y su identidad arquitectonica

Buenos Aires y su identidad arquitectónica
“Cuando se trata de la cultura, establecer de manera radical que tal o cual cosa fue de una manera u otra es siempre peligroso, cuando no, en cierto modo, impreciso. La realidad cultural es siempre compleja, cuando no paradójica y contradictoria” Ortiz, Federico. La arquitectura del liberalismo en Argentina
Hay muchas opiniones, y todas muy diversas,acerca de la identidad arquitectónica de la ciudad de Buenos Aires y más aún si hablamos de la aplicación de modelos ajenos con que fue construida.
A partir de estos conceptos se desprenden preguntas como si ¿tiene Buenos Aires rasgos propios que la caractericen frente a otras ciudades? Teniendo en cuenta que lo moderno fue relacionado con la idea de progreso y su asociación a Europa,ocasionando la europeización del país y la negación de la tradición hispánica (que por cierto tampoco era autóctona) ¿Podemos hablar realmente de características propias? ¿Por qué no se desarrolló una cultura propia? ¿Es posible “imitar” una cultura ajena, resultado de una historia, totalmente diferente a la nuestra?
Autores como Cristian Fernandez Cox o Ricardo Rojas sostienen que solo hemos copiadogestos superficiales de la arquitectura que nos ha llegado, se enfatizó en su carácter estético descontextualizándolo de su origen histórico y quitándole su connotación revolucionaria que es la que realmente le da sentido. Sin embargo Ricardo Rojas propone un ideal: sin rechazar lo europeo, sino que asimilándolo, no reverenciando lo americano sino que superándolo. Marina Waisman, por su parte,plantea la creación de un futuro propio a través de la reflexión histórica y liberado de la limitación de modelos ajenos.
Esto no significa que no puedan utilizarse, sino que no deben justamente limitarnos. El concepto de apropiación va más allá de hacer propio un elemento, es más que una idea de dependencia y dominación, apunta a un proceso creativo del cual se convierten propios elementos ajenos,contraponiéndose a una recepción puramente pasiva.
Si bien queda en evidencia que poseemos permeabilidad a los discursos internacionales, tanto en lenguaje como en programas, no debemos pensar que por esta razón carecemos de una identidad propia, debemos rescatar que es justamente esto lo que caracteriza a nuestra cultura arquitectónica, una cultura determinada por su heterogeneidad.
Si pensamos enun edificio moderno de nuestra ciudad, fruto de esta permeabilidad de la que hablamos, posiblemente el edificio Kavanagh sea el primero que venga a nuestra mente. Este edificio deriva del modelo norteamericano de rascacielos, y fue en su momento el más alto de Sudamérica, el cual nació y se desarrolló en Estados Unidos a fines del siglo XIX cuando un incendio destruyó la ciudad de Chicago y sedebió hacer frente al problema habitacional, incrementando la relación entre la superficie construida y el área del terreno para así reducir el precio del mismo, la incorporación de nuevas técnicas y tecnologías fue lo que permitió concretarlo.
En Buenos Aires y paralelamente a este emprendimiento neoyorquino, aquí se construía el edificio Kavanagh, este edificio estaba destinado a la renta desus departamentos a familias ricas vinculadas a los negocios agrarios, los únicos que habían podido sobrevivir a la crisis económica y podían garantizar el recupero del dinero invertido.




“…De allí que por su localización en el fulcro más preciado de las familias patricias, la plaza San Martin, por su destino habitacional y por su distribución el edificio constituye casi un reflejo invertidodel ejemplo neoyorquino”
En nuestro país la tipología de rascacielos estadounidense fue reestructurada transformando un modelo de edificio comercial y de oficinas en un edificio con destino habitacional. Teniendo en cuenta que nuestra identidad cultural es heterogénea y producto de la sumatoria de modelos, estamos en condiciones de afirmar que edificios como éstos son parte de nuestra cultura...