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La india encierra diferentes religiones, quizá algunas de las más conocidas son el budismo y el hinduismo. Estas han construido ideologías acerca del hombre y su forma psíquica. Pero hay un lazo común antes todas estas: “el intelecto puro, separado del espíritu, es la muerte del hombre” (Tucci, 1974, 13), además la existencia de un Yo universal, general, puro: “la conciencia cósmica de la quederiva todo y a la que todo vuelve, conciencia pura, no ofuscada por ningún pensamiento concreto […] sin esa conciencia no existiría la sique individual.” (Tucci, 1974, p. 13 – 14). Y a partir de ello se genera la idea de dos mundos absolutamente distintos, no contrarios –planteada por el budismo antiguo: el sansárico y nirvánico. En el primero, en donde estamos todos, en donde se encuentra elkarma; el segundo, se llega cuando se elimina el karma y toda su fuerza. En el plano número dos se encuentra la conciencia cósmica, lo verdaderamente existente, ya que en el número uno yace las apariencias, lo no real. Ya desde antes, a esta unidad del Yo, los buditas de antaño, la consideraban “conciencia – deposito, es decir, la entendieron como realidad sicológica, sique colectiva, a la que van adepositarse las experiencias de cada cual para reaparecer después en el flujo individual” (TUCCI, 1974, p.16). Es decir, todas las acciones vividas serán archivadas en esta unidad de almacenamiento universal, para luego individualizarse. Por otro lado, para el pensamiento hindú hay dos panoramas: un aspecto metafísico donde hay una definitiva realidad, sin ningún tipo de apariencia y el ladopsicológico cuya postulación reduce todo a pensamientos y a relaciones entre ellos, utópicamente posible siempre y cuando haya un flujo colectivo que lo conserve.
En general, “los indios no conciben la vida como lucha entre el bien y el mal […] sino como oposición entre conciencia luminosa y su contrario, la psique y el subconsciente, que llaman ellos mâyâ. Toda la experiencia es un choque entre lairrupción de esa mâyâ, que empieza a actuar con la vida misma, que más bien es la vida misma, y el Ser conciencial” (Tucci, 1974, p. 20). Su fin último es ascender del plano superficial, sansárico, al no-karma; es reconocer la vivencia natural determinativa de la conciencia luminosa, en donde se desvanecen las apariencias. Además reconocen la dualidad que no tiene origen fuera sino dentro de laconsciencia esencial.
La significación y representación de las mandalas trasciende lo dicho líneas anteriores. La noción básica y fundamental del mandala dice que son diagramas simbólicos bastante complejos, diseñados para el uso en el budismo y el hinduismo. Sin embargo su connotación profunda supera lo comentado. A grandes rasgos, es una gran círculo con diferentes imágenes a su alrededor queexpresan o simbolizan alguna parte del cuerpo, el cual nace de la compleja representación simbólica de ese drama de la desintegración y de la reintegración. Además, es guía de salvación por cuanto provoca la consciencia liberadora. “A través del símbolo da forma a las infinitas posibilidades almacenadas en su inconsciente, a los miedos contenidos, a los impulsos naturales, a las viejas pasiones”(Tucci, 1974, p. 34).
Pero esos no están colocados sin algún orden, el individuo debe saber reconocerlas e interpretarlas para su buen uso y provecho. Solo con conocimiento al respecto podremos entender que esta gráfica es el universo entero en su esquema esencial que se encuentra en un constante proceso de emanación y reabsorción, no solo como universo espacial sino como revolución temporal queparte de un eje central [el sí mismo]. (Tucci, 1974, p. 35). Así pues, “el mandala no es ya entonces un cosmograma sino un sicocosmograma, esquema de la desintegración de la unidad en lo mucho y de la reintegración de lo mucho en lo uno, en la conciencia absoluta, entera y luminosa” (Tucci, 1974, p. 38).
Como información elemental, el mandala se divide en cinco partes, de las cuales cuatro se...