Buttiglione

ROCCO BUTTIGLIONE, Ministro italiano de Política Comunitaria
El “caso Buttiglione” visto por Buttiglione

Intervención en el VI Congreso Católicos y Vida Pública.
Sábado 20 de noviembre de 2004

Yo era candidato a ser Comisario europeo y yo me presenté a la audiencia con una actitud extremadamente nicodémica. Si recuerdan ustedes a Nicodemo, el discípulo de Jesús que tenía mucho miedo, noera un hombre muy valiente, no tenía mucho coraje y era muy prudente; yo fui prudentísimo. Hay alguien que dice: Buttiglione tenía el derecho de presentar sus principios católicos, pero fue imprudente, no era el lugar adecuado.
Uno puede pensar: debemos tener vergüenza de nuestros principios, así que no podemos decirlo en público. Pero a esto yo no quiero contestar. Yo tenía miedo, no vergüenza;miedo y no fue de alguna manera provocativo. Ellos introdujeron la categoría de pecado en el discurso político, yo dije que no, en la política no podemos hablar de pecado, debemos hablar de no discriminación y yo soy rotundamente contrario a la discriminación de los homosexuales y de cualquier tipo de discriminación, pero ellos insistieron y yo no dije que la homosexualidad es pecado, como muchosperiódicos recogieron. Yo dije “I may think”, puedo pensar, es posible que yo piense, no le digo si lo pienso o no, pero es posible que yo lo piense, pero eso no tiene ningún impacto sobre la política porque en política el problema es el principio de la discriminación y yo acepto el principio de la discriminación. No fue bastante, ellos pedían que yo dijera que no veo nada objetable en lahomosexualidad y yo eso no lo puedo hacer, porque no lo pienso y porque en el catecismo de la Iglesia Católica está escrito que la homosexualidad no es un pecado sino una condición objetivamente equivocada desde el punto de vista moral, que puede devenir en pecado si se agrega el elemento subjetivo, es decir, el pleno conocimiento, que es una posición falsa y también la libertad de la voluntad que aceptaesta posición falsa. No podía decirlo y por eso yo no soy digno de ser un comisario europeo.
Eso no es tan importante para mi, porque en la vida se dan batallas políticas, se pierden, se vencen, eso pertenece a la normalidad de la vida.
Los católicos tienen el derecho de cubrir cargos en la Unión Europea. ¿Podemos pensar en una especie de prohibición de ejercicio de cargos públicos a loscatólicos por ser católicos?, por el hecho de tener la posición que tiene la Iglesia. Hay alguien que dijo que la visión católica de la sexualidad es aberrante y yo no quiero que eso es título para discriminarlo en la UE o en cargos políticos. Pero un católico que dice que quizá es posible que la homosexualidad sea un pecado puede ser discriminado. Yo me encontré en una posición en la que tenía claramenteque decidir si mantener mi posición, no mi posición, la fe de mi Iglesia o, al menos si no la fe la doctrina de mi Iglesia, o aceptar el ser discriminado. [...] Por mi fe yo podía sacrificar un asiento en la UE que no es cosa tan importante.
En fin, eso es lo que pasó.
Yo no sé si Dios me dio el coraje para ofrecer mi cabeza por mi fe, como Santo Tomás Moro, espero nunca estar en la condición deaveriguarlo, pero hasta un asiento en la Comisión puedo llegar. Pero hay un problema, es un problema sobre la naturaleza de las instituciones democráticas, porque atrás en el trasfondo de este problema tenemos el problema del liberalismo y de qué significa ser liberales, o tener una constitución liberal o liberal democrática en la Europa de hoy. Tenemos dos visiones, una que yo consideroefectivamente liberal y otra que yo considero como un pervertimiento del liberalismo antiliberal. En la primera visión, el Estado no tiene una visión eficaz propia, el Estado no piensa producir los valores que son necesarios para la vida civil. El Estado sabe que los valores tienen que producirlos otros, quién, Iglesias, cultura, los valores se producen en la esfera de la cultura; y, por eso, el Estado...