Calzada del cerro: deterioro y decadencia.

Jorge Ibarra García
Grupo 32


En el Cerro todas las casas tienen una apariencia algo modernizante, con las cocheras en la parte trasera y al frente portales más elevados que el nivel de la calle (…) Toda la casa está desprovista de cortinajes y expuesta a la curiosidad de los transeúntes. Los techos son excepcionalmente altos y las casas, sin excepción, tienen en su interior un patio queaún en los días más calurosos proporciona alguna brisa (…). Todas las habitaciones dan a ese patio, y en las casas que tienen un segundo piso una galería dotada de persianas o toldos de colores para la protección de los rayos solares rodea el patio. Esto asegura una libre circulación del aire, un lugar umbroso para sentarse o pasear y, muy a menudo, cuando el patio está adornado con flores, fuentesy aún con naranjos, granadas o resedá, constituye un lugar encantador en el cual se puede soñar en las horas de ocio o coquetear desesperadamente con las bonitas señoras.”
Samuel Hazard, Cuba with Pen and Pencil, 1871

La calzada del Cerro, nacida a la luz de la centuria decimonónica, expresó el poderío de una clase, exhalóbelleza, lujo y modernidad. Era evidente durante este período el afianzamiento de una aristocracia criolla e ilustrada que ya poseía los títulos de Castilla: Condes, Marqueses y Grandes de España. Fueron estos hombres los que hicieron de este espacio un lugar paradisíaco, de esparcimiento y recreo lejos de la poblada Habana intramuros – y lejos del gobierno colonial, cada día más caduco para losintereses de esta clase, que ya encontraba su paradigma en otras naciones como Francia y su República.

El surgimiento del Cerro estuvo estrechamente relacionado a la historia del agua en La Habana, por esta zona pasaban y aún hoy lo hacen, los tres acueductos que ha tenido la ciudad: la Zanja Real, que traía las aguas desde el Río Almendares; el fallido acueducto de Fernando VII, inaugurado en1835; y finalmente la obra maestra de la ingeniería cubana que fue el acueducto de Albear (1858-1893), el cual aún suministra por gravedad alrededor de una quinta parte del agua potable para la capital.
La ciudad saltaba fuera de sus murallas en un proceso dinámico y ascendente de crecimiento y desarrollo. Ubicada al sudoeste, sobre una llanura boscosa, la Calzada tomó su nombre de laelevación (cerro), que se destacaba en la topografía. Hasta 1835 su proceso de población fue lento. La Calzada fungió, como eje fundamental de tránsito, en un espacio urbanístico de muchas particularidades condicionadas por: su surgimiento espontáneo, su crecimiento sujeto a los límites de las estancias, las sucesivas divisiones decididas por sus propietarios, las parcelaciones y ventas ocurridas,fundamentalmente, por los años cuarenta del siglo XIX, y la necesidad de adaptarse a los recorridos de los sistemas de acueducto que cruzaron el territorio .

Estos detalles -podría decirse- son la base, la historia, de una Calzada que al decir de importantes especialistas como Mario Coyula, se convirtió en la principal exponente de la arquitectura neoclásica en Cuba y produjo y conservó, un eje urbanotan relevante y coherente como ninguna otra cuidad de América Latina. Y a décadas de distancia mantiene –aún cuando su imagen ya no es la alegre y esplendorosa de otrora- la viabilidad e indispensabilidad de su ruta, la esencia de su dinámica, el amor de los que la viven, sienten y padecen.

El neoclasicismo llegó dentro del impulso renovador proyectado hacia la modernidad, que experimentóCuba hacia 1834. Fue en este año en el que Miguel Tacón asumió la Capitanía General de la isla y efectúo transformaciones que provocaron una positiva respuesta por parte de los criollos acaudalados, que decidieron, por ejemplo, la construcción del primer ferrocarril de Latinoamérica en 1837 y la ampliación de la Calzada del Cerro en 1840. Pero, los criollos, en pugna contra los peninsulares,...