Canvendish Se Asomó Por La Ventana Del Pasillo Y Pensó Que Aquel Lugar No Era Merecedor De Su Presencia
presencia. No le emocionaba en lo más mínimo la llegada del verano, el solo imaginar que el sudor haría parte de su día a día le desagradaba. Así que busco todas las excusas posibles para
evitar aquella época del año, pero una era peor que la otra. Soltando un suspiro de resignación, miro el reloj en su muñeca. No faltaba mucho para el inicio de clases, separándose de la
ventana, comenzó a caminar a paso lento hacia su salón de clases; no le importaba llegar tarde, en el camino se le ocurriría alguna mentira.
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Al ingresar al salón todos le miraron expectantes, como siempre, él era el centro de atención. Una vez le explicó al profesor que fue a la enfermería por un simple dolor de cabeza, este
únicamente le preguntó por su estado y le permitió ir a su respectivo asiento, el cual estaba – precisamente junto a la ventana. No se molestó en contestar los saludos o preocupaciones que
mostraban su Fans por su estado, tan solo se encamino a su asiento para finalmente sentarse en
este. Apoyando el mentón en su mano, contempló el hermoso paisaje que se mostraba detrás de aquel cristal, así como el reflejo del pupitre vacío a su lado.
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Los días pasaron rápidamente y sin darse cuenta ya habían pasado dos semanas. Dos semanas en las cuales se repetía la misma rutina, el llegar tarde a clases, el ignorar a todo aquel que se le
acercara y el mirar por la ventana el reflejo del puesto vacío. Todo eso mezclado con la creciente ola de calor le desesperaba, no se podía reconocer a sí mismo; sus acciones no concordaban con
su personalidad, se suponia que deberia estar feliz y campante mientras recibía todos los
halagos que le ofrecían sus admiradores. ¡Pero no! ¡Todo tuvo que cambiar con su partida!…
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No tenía sentido, ¿porque le afectaba tanto el no tenerle cerca? Sabía que sin su presencia el ...
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