carlos

El pueblo terruño, refiere el autor es donde el salió cuando tenía 12 años de edad, para su incorporación a la urbe mexicana por siete años, y a la ciudad hoy en día más poblada del mundo portreinta y tres.
Comienza a darse cuenta en su llegada que las tradiciones y valores de la gente campesina, con el paso del tiempo decaen, las costumbres se pierden, las monografías de comunasindígenas hechas por antropólogos sociales son cada vez menores, el veía como su pueblo San José de Gracia, antes ignorado o visto peyorativamente, llegada a ser tema de debate intelectual en universidades deMéxico, San Diego, California, Maracaibo, Madrid, San Juan de Puerto Rico y Bogotá.
El solía decir a las preguntas que le planteaban: Terruño, parroquia, municipio o simplemente min sociedad solosabría definirlos a partir de su patria chica o matria.
Lo observa como pequeños mundos que no cesan de perder en estos tiempos de comunicación masiva y transporte rapidísimo, sus peculiaridades, estasquizá señalan que pudieran desaparecer en un futuro próximo, pese a su revaloración.
Hasta hace pocos no más de treinta años, la gran mayoría de los mexicanos provenía de sociedades pueblerinas oterruños que tenían estas características:
Espacio corto, solo abarcaba la mirada desde las torres de la iglesia pueblerina o desde la cumbre de algún cerro guardián.
Los terruños del país son trozosde quinientos a mil kilómetros cuadrados, estos suelen equivaler a un municipio o a una parroquia.
La población de los municipios mexicanos, generalmente no es numerosa, el noventa por ciento de losmunicipios rara vez pasa de los quince mil o veinte mil habitantes, todos los habitantes pueblerinos tienen una estrecha relación con el ambiente físico ya por prácticas agrícolas o ganaderas.
Ellosse sienten emotivamente unidos a su tierra, ellos hablan de “tierra” entre signos de admiración, en el destierro, la fijación afectiva al terruño mayor.
Cada pequeño municipio posee sus límites...