CASO PLANTA LA ALEGRIA
Juan Arizmendi había tenido una noche difícil. Su pequeño hijo de 5 años, Juanito, se había
despertado llorando y con fiebre, y Juan había tenido que salir a buscar al jovenmédico que hacía
dos meses había comenzado a hacer su Medicina Rural en el pueblo. Luego de examinarlo, el
médico había informado que el niño tenía una infección intestinal, le había regalado dospastillas
para comenzar el tratamiento, y le había dado una receta para que Juan compre las demás
pastillas que Juanito necesitaba en la farmacia del pueblo, después de salir de su trabajo en la
plantaprocesadora de brócoli donde era empleado desde hace 7 años. El médico fue insistente en
señalar a Juan que era importantísimo que el niño tome las pastillas con regularidad para detener
la infección yevitar que se complique el problema.
A las 3:20 de esa tarde, el Supervisor de la planta, Ingeniero Alberto Canales, informó a todo el
personal que la planta estaba atrasada en la entrega de undespacho que la oficina central
necesitaba de urgencia, y que, en consecuencia, iban a tener que trabajar tres horas extras, de 5 a
8 p.m., durante ese y los siguientes días de esa semana, hasta completarel despacho. El Ingeniero
Canales agregó que, por supuesto, se cumpliría con el respectivo pago de horas extras.
Para la mayoría de miembros del personal de la planta, el anuncio del Ingeniero Canalestenía su
lado bueno, porque podrían ganar los valores adicionales por horas extras.
Sin embargo, a Juan Arizmendi la noticia le cayó como bomba, porque sabía que su hijo tenía que
tomar suspastillas, que él tenía que ir a comprar, cada 12 horas a partir de las 6 de la tarde.
Además, no era la primera vez que el Ingeniero Canales sorprendía al personal con anunciar, a
última hora, la necesidad dequedarse a trabajar horas extras. La última vez que había ocurrido,
tres de los trabajadores de la planta, incluido Juan Arizmendi, habían protestado, y se había
generado una discusión bastante...
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