Caudillos Y Caudillismo En La Historiografía

Diplomado en Historia Contemporánea de Venezuela UPEL 2009

CAUDILLOS Y CAUDILLISMO EN LA HISTORIOGRAFÍA
David Ruiz Chataing

SOBRE CAUDILLOS Y CAUDILLISMO.

Sin negar los meritorios antecedentes que sobre nuestro tema se pueden haber escrito durante el siglo XIX, tales como las reflexiones de Fermín Toro y Cecilio Acosta,van a ser los pensadores positivistas quienes intenten una explicación coherente, científica, del caudillismo en Venezuela.
Pedro Manuel Arcaya (1874-1958) reconoce en su obra la influencia de Le Bon, Spencer y Taine. Los elementos de análisis que prevalecen en sus reflexiones son la raza, el clima, el medio y la herencia. Identifica sus trabajos como de “psicología histórica”. Arcaya observaque la conducta política del venezolano tiene su origen en las razas o grupos étnicos que la componen. Sostiene que contrariamente al discurso republicano y liberal que adoptó la oligarquía criolla en la época independentista, los instintos colectivos nacionales se formaron en cientos, en miles de generaciones de indígenas las cuales, debilitadas por el implacable clima tropical, son desganadaspara el trabajo y apáticas en política. De los autóctonos de América heredamos la incapacidad para sacudirse a los caciques, tiranos, de sus pequeñas comunidades. Las primitivas hordas de negros africanos aportaron el vigor y la fogosidad de que carece el indígena. La raza hispánica, la conquistadora y predominante agregó el valor guerrero y su psicología de convertir cualquier situación en la“causa santa” por la que se está dispuesta a morir. Igualmente la lealtad ciega al jefe, al hombre de prestigio. En consecuencia la vida política del país debe someterse a estas deterministas realidades. No existe obediencia abstracta a las leyes y a las instituciones sino que el orden social lo mantiene el hombre de prestigio adorado por las multitudes. Las leyes deben adaptarse a las condicionesétnicas del pueblo. Es vano copiar leyes e instituciones exóticas que son, en la práctica, irrealizables.[1]
Todo este planteamiento teórico lo va aplicar Arcaya en su estudio sobre el General José Antonio Páez. Éste, por sus orígenes, canarios e indígenas, es un mestizo venezolano con poderosos instintos guerreros. A principios de la lucha emancipadora, demostró su fuerza, su coraje, lo quecimentó su prestigio entre los suyos, los bravíos llaneros. La lealtad personal, la autoridad no sustentada en leyes e instituciones, es la que aflora cuando la frágil legalidad colonial es barrida por la hecatombe de la lucha emancipadora.
Páez es nombrado Presidente Constitucional de la República, debido a su indiscutible liderazgo guerrero. Empero, la fe, la tenacidad de las élites y la actitudcondescendiente de Páez para con sus planteamientos, obraron el portento del establecimiento en Venezuela de una República liberal.
Pero Páez –seguimos con Arcaya- está a la cabeza de nuestros asuntos públicos no por las leyes sino por el prestigio, el cariño, la ciega subordinación de sus huestes a su absoluta autoridad.[2]
Cabe decir, por cierto, que en los años de la década de 1840 seconfiguraron el Partido Godo u Oligarca y el Partido Liberal. Realmente estos no obedecían a bases programáticas, ni clasistas sino que eran facciones de jefes caudillescos. En este sentido la guerra federal no fue un enfrentamiento por concepciones políticas diversas, sino simplemente, luchas por el poder entre caudillos. Triunfaron no los principios, sino un nuevo y fogoso caudillo, Falcón, sobre unguerrero cansado y desprestigiado entre las multitudes, José Antonio Páez.[3] Arcaya señala que la conjunción de un magistrado fuerte y con sentido común y de construcción de la nacionalidad, la educación, la inmigración, el trabajo y leyes adaptadas a nuestras realidades raciales, se superaría la política personalista en Venezuela.
Laureano Vállenilla Lanz (1870-1936) llevaría las ideas...