Chejov Cuentista En Un Folio

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EL COMERCIO N LA VOZ DE AVILÉS
SÁBADO, 2 DE JULIO DE 2011

VEINTITANTOS CUENTISTAS, POR EJEMPLO

Antón Chéjov Rusia (1860-1904)
JOSELUÍS
GONZÁLEZ

No desaparecen de quien las ha
leídohistorias ni personajes como
Gurov, el hombre de casi cuarenta años, empleado de banca en
Moscú, casado y padre de tres hijos y solo en el balneario, siguiendo a esa joven rubia recién casada, AnaSergeyevna, que se pasea
embellecida con una boina y con
un perrito blanco. A esa pareja el
amor los hace tras esos meses en
que cambia la vida por dentro
como «dos aves de paso obligadas
avivir en jaulas separadas».
Se acurruca también en el borde del corazón la escena de esa carta escrita, a escondidas, a su abuelo, en un papel arrugado, una Nochebuena en Moscú, con la caligrafía de unhuérfano de nueve
años, Vanka Chukov, que lleva
tres meses en casa de un zapatero para aprender el oficio.
Inolvidable es, además, Yuma,
el encorvado cochero de trineo,
que conduce una nochenevada a
un militar adusto y más tarde a
tres universitarios descarados y
superficiales. A ese hombre se le
ha muerto hace menos de una semana su hijo y llega a reconocer
«Pero es que a mí la muerteno me
quiere» en el cuento en que, como
recordamos todos sus lectores, le
pesa una tristeza que, si se le pudiera salir del pecho, inundaría
toda la redondez de la Tierra.
Sin embargo, estaspiezas inmortales resuenan en los libros
en español como si fueran traducciones de traducciones. Ese sonido disconforme hace que –creo
yo– concibamos a Chéjov como
un escritor incluso más magistral
delo que suponemos.
Las mejores obras de Chéjov
–también novelas cortas y teatro,
que revolucionó– corresponden a

su época de madurez, aunque una
larga tuberculosis no le permitió
vivir más quecuarenta y cuatro
años. Comenzó escribiendo para
sostener económicamente con algunos rublos a su familia al iniciar sus estudios de Medicina en
Moscú, en 1879: revistillas humorísticas admitían,...