Clausura
Creo en un México en el que la separación de la Iglesia y el Estado es absoluta, dondeningún prelado católico le diga al Presidente cómo actuar y ningún ministro protestante les diga a sus feligreses por quién votar; donde a ninguna iglesia ni escuela religiosa se le entreguen fondospúblicos o preferencias políticas, y donde a nadie se le niegue un cargo público simplemente porque su religión difiere de la del Presidente, gobernador, diputado o funcionario que pueda nombrarlo o delpueblo que pueda elegirlo.
Creo en un Estado de Derecho que oficialmente no es católico, ni protestante ni judío, donde ningún funcionario público pide o acepta del Papa, del Consejo Nacional deIglesias o de cualquier otra fuente eclesiástica instrucciones sobre política pública; donde ningún cuerpo religioso trate de imponerle su voluntad, directa o indirectamente, al pueblo en general o losactos públicos de sus funcionarios, y donde la libertad religiosa sea tan indivisible que un acto contra una institución religiosa se considera un acto contra todas ellas.
Finalmente, creo en unanación donde la intolerancia religiosa termine algún día, donde todos los hombres y todas las iglesias sean tratados como iguales, donde cada hombre tenga el mismo derecho de asistir o no asistir a laiglesia de su elección, donde no haya votos católicos ni anticristianos, ni bloques de votación de ninguna clase; donde católicos, protestantes y judíos, tanto a nivel seglar como pastoral, se...
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