Comarca

Nada se compara a los primeros años de trabajo. Despiertas sintiendo utilidad en ti mismo, beneficiándote de labores que te gustan, que se hicieron para ti pero tardaste un poco en darte cuenta. Noentiendo todo de negocios pero aprendí tanto de sobra que pude traer millones para la empresa en un record de 13 meses. Todos fueron bien recibidos por la apetitosa ambición de mis superiores.Francisco Avella acercándose a los 30 aguardaba tranquilo en su oficina, con los impulsos humanos frecuentes todos despejados.
Todo marcha de maravilla dos ascensos en un año, exactamente diez fortuitosmeses dos semanas y tres días. Itinerarios, papeleo conquista y multiplicación de ceros, una maquina humana de atraer dinero ¿Quién en contra del empleado del mes? Pero en un día, en un remoto día que loesperas como todos, pero resulta ser la oveja negra de tu paseo por el tren de los momentos. Te sientes afligido, las corbatas no lucen con tu negativa mirada que puede volver a ser prospera. Tesientes desgastado en la mitad de tu carrera profesional andas por un viaje largo, absurdo con la rutina demencial incluida.
Las miradas las aburridas caras que son tu familia en el transcurso de lasmañanas de contratos, medias nueves, firmas reconocidas de clientes con bastante para derrochar, chistes flojos del compañero del frente. Llega sin avisar, pero ya esperando la tarde, y es la hora de quepierdes seguridad, y solo deseas olvidar tanto papeleo y que el reloj de pared Kienzle Alemán (fabricado en 1900 de gran belleza y funcionando muy bien) se alinee pronto verticalmente, y salircorriendo despedirte de tu secretaria que al principio lograba en tu cualquier pensamiento obsceno pero te cansas de sentirla tan cerca y que actué en que le agrada andar de minifalda elegante y saco Britishstyle women, recordándote a cada momento lo que por costumbre no se te puede olvidar.
¿Esto era lo que querías? Te preguntas en una selva de cemento donde no existen pasajes directos al paraíso...