comida
A medida que hablaba con todas estas personas nuestro temade conversación pasaba de la comida en sí a la gama de emociones relacionadas con ella. Y a la hora de explicarles la relación existente entre la comida y sus emociones se encendía una luz deentendimiento y comprensión en sus ojos. Una comprensión que les generaba mucha esperanza al entender que para lograr su peso ideal sin sufrir hambre, culpa, vergüenza o arrepentimiento, tan sólo es necesariocambiar los hábitos alimenticios.
Todas estas personas lograban entender que sus pensamientos generan emociones y estas a su vez producen comportamientos que se manifiestan en su relación con losalimentos. Cambiando sus pensamientos y su relación con la comida lograrían resultados efectivos y duraderos en su peso, una mayor autoestima y una calidad de vida más satisfactoria.
Dicho esto,deja de tragarte tus emociones y de pelear con la pesa o contigo misma por lo que comes o dejas de comer. Pregúntate honestamente si tienes hambre y te sorprenderás. En muchas ocasiones el vacío en el...
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