compositores bolivianos

Gastón Velasco Carrasco
Tenía algo especial en su personalidad jovial y nerviosa. Un algo mágico que hacía de este fogoso paceño, de vieja estirpe republicana, un personaje de grandes iniciativas,fundado en un peculiar modo de ser.
Duro, de carne magra; caminante y caminador impenitente. Atildado siempre en su vestir. Severo en su mirar detrás de cristales ópticos que daban a su faz un algoprofesoral, aunque sus mejillas sonrosadas de una piel clara, le descubrían como hombre de vitales dotes para la comunicación democrática. Trascendían sus aires y ademanes delicados, la expresiónsiempre risueña de su rostro, el cual catalizaba un conjunto humano expresivo en demasía, además del ritmo general de su ademán, donde brazos, manos y piernas, le perfilaban, atribuían semblanza de unidad,ajena a cualquier vacilación.
Era un hombre sencillo, pero siempre ¡Firme!, como solía expresarse en corolario de su cálido saludo, cuando su interlocutor merecía el trato amigable para elcompañero. Su tacto de mano era suave y a la vez vigoroso.
Le gustaba la distinción de los salones, pero más le satisfacía el murmullo amable y alegre de la reunión popular, del contacto algo misterioso consus compañeros y compañeras, sus compadres y comadres, que siempre le reconocían como su frater y magíster, hermano y maestro, para las cuitas de la vida, para la acción política que hace simbiosisentre lo individual y lo colectivo de la masa ruidosa y firme. Marchaba enhiesto y sólido para la protesta riesgosa o para el festejo popular. Le gustaba la parafernalia de la alegría popular, el rematedel bailecito o el coro estimulante de la identidad autóctona. Emotivo y alegre, comunicativo y certero en su juicio. Fácil para el discurso en la mesa popular, serio y contundente en la lectura fogosade su oración patriótica.
Culto y lector sin aspavientos; amoroso con los libros y papeles que los clasificaba y ordenaba a su manera y con su estilo incomparable. Tenía el corazón sangrante,...