Conchado

CARTA DE UN PADRE AL HIJO ANTES DE CASARSE

Si un día, hijo mío, disciernes que tu vocación es ser esposo y padre desearía que no olvides estas palabras que te escribo hoy, no se si estaré vivo cuando eso suceda así que mejor te las dejo escritas.
Lo poco que se de ser esposo y padre cristiano me fue dicho en su mayoría, curiosamente, por alguien que nunca se casó, me lo dijo un sacerdote unasemana antes de casarme con tu madre. Fue en una penitencial, fui el segundo en pasar con él, le dije que estaba por casarme y el tremendo temor que sentía de repetir la historia, mi reciente conversión al catolicismo y mi “historial delictivo”. Me vio un momento, debe haber notado mi profunda ignorancia y me tuvo misericordia, llamó al catequista de la parroquia y le dijo algo al oído, le pasaronla fila de gente que estaba esperando a pasar con él a otro sacerdote y a mi me llevó aparte detrás de una columna. 
Todo el tiempo de esa penitencial lo uso para decirme las cosas que han marcado mi vida como esposo y padre, terminó la penitencial y me dijo: “Espera un momento”, se fue a cerrar la penitencial (él era el vicerrector del seminario en ese tiempo y estaba presidiendo), y despuésvolvió conmigo a terminar lo que había comenzado. Tu madre, en ese tiempo mi novia, asustada de ver que no me soltaba.
Básicamente hijo, me dijo que los esposos estamos llamados a ser príncipes, sacerdotes y profetas en la familia, pero que para balancear todos esos “títulos”, y no volvernos unos déspotas, teníamos en Jesucristo y en San José las figuras de como vivirlo de manera coherente.Somos príncipe porque tenemos una jefatura, somos la cabeza de la familia, pero ¡no somos reyes!, tenemos un Rey sobre nosotros al que le vamos a rendir cuenta por lo que hagamos o dejemos de hacer con esa autoridad que nos ha sido conferida. Me habló de como cuando David pecó el pueblo entero y su familia sufrieron con él las consecuencias. Nunca olvides eso hijo, ninguna cabeza cae sin llevarse elcuerpo entero que preside. Nosotros tenemos las llaves de la puerta de nuestra familia, el enemigo solo entrará si somos tan tontos de abrirle la puerta. Ya no somos “absolutos”, como decía mi abuelo, al convertirnos en esposos ya tenemos a otros que dependen de nosotros. Antes de caer piensa que no es solo por ti que tienes que pelear la buena batalla, los que mas amas sufrirán contigo si te vencen.Recuerda que cuando la cabeza es fiel a Dios, todo funciona como tiene que funcionar. Príncipes pero no reyes.
Llamados a ser el sacerdote de la casa. La Iglesia solo es un edificio grande si no tiene un sacerdote dentro, igual en tu casa familiar, Iglesia domestica, si tu no ejerces de sacerdote será domestica pero de Iglesia no va a tener nada. Siempre tienes que ser tu el primero en buscar endirección de la Iglesia, eres tu el responsable de velar por los laudes y celebraciones. Lo único que si te advierto es que los hijos tienen un don extraordinariamente desarrollado para detectar la hipocresía, si no crees realmente lo que pides lo van a notar fácilmente y tus exigencias se van a convertir en un simple despliegue de soberbia, ¡así vas a conseguir el efecto contrario!. La primeraconversión que debes buscar es la de ti mismo, ruégale al Señor que te ayude con eso, la Iglesia te irá proveyendo las armas que necesites para hacerlo, ten paciencia y no te escandalices de tus fallos, el Señor tiene el poder de hasta de tus errores sacar cosas buenas para tus hijos si intentas serle fiel. Animo! Cuida tu papel de sacerdote, lo que siembres cuando están pequeños lo cosecharascuando estén grandes.
La vida del profeta nunca fue fácil, nunca. Al profeta le toca hablar cuando quiere callar y callar cuando siente los deseos de hablar, pero aun mas importante, lo que habla tiene que ser siempre lo que su Señor quiere que diga. La muerte es la pena para el profeta que se inventa las palabras que su Señor no le ha mandado decir. ¿Y donde escucharas lo que tienes que decir? te...