contrato

Esta mañana me ha llegado un texto de mi manager, diciendo que debemos reunirnos en su oficina, cada vez que voy a ese lugar no pasa nada bueno. Salgo de mi casa intentando esconderme de los paparazzi pero lo único que hacen es rodearme, mi guardaespaldas ayuda a que se aparten de mí alrededor para que pueda entrar al auto.
—Hola Fred. —le digo a mi chofer.
—¿Lista para ir a la oficina delinfierno? —dice burlón.
—Lista. —suspiro. Me quitó los lentes de sol que utilizo para que el flash de la cámara no dañe mis ojos.
Después de unos minutos llegamos al edificio de US Models Agency. Saludo a un par de personas en la entrada y subo al elevador. Tengo un par de minutos para respirar hasta llegar a la oficina de Becky, mi manager. Bajo del elevador y camino hasta su oficina. Entro sintocar y me encuentro con un señor en traje y Becky hablando seriamente.
—Finalmente llegas, Sandra. Siéntate. —los miro con desconfianza y me siento. —Él es el señor Rodrigo Silva, trabaja para Discovery Records.
—Mucho gusto. —extiende su mano y la tomo por cortesía. —Es un placer conocerle.
—Gracias. —sonrío levemente.
—Te cité aquí porque, ya sabes, tú estás en el mejor momento de tucarrera y Rodrigo necesita de nuestra ayuda.
—Te explico, he firmado con una nueva banda, hace 4 meses, pero necesitamos un empujoncito para que lleguen a la cima.
—Pueden lanzar un single, ponerlo en iTunes y pedirla en las radios.
—No es así de fácil como se ve…
—Podrían intentarlo.
—Sandra, déjalo hablar. —rodé los ojos.
—La banda se llama Red Snakes. Uno de sus integrantes se llamaNick, podrías echarnos una mano con él.
—¿Qué podría hacer yo?
—Podrías emparejarte con él.
—No lo haré. —dije decidida.
—Sandra. —dice Becky duramente. —Lo harás, firmaremos un contrato, te pagarán o estás fuera de esta agencia. —termina enojada.
—Bien. —Digo en lo bajo. —Lo haré. ¿Dónde firmo?
—Aún no puedes firmar, tenemos que esperar a que Nick se desocupe, están terminando de grabar elálbum. Hoy a las 6pm en el estudio de ellos.
—Bien. —Dice Becky y él se marcha sin decir adiós.
—Esto no es justo, te puedo denunciar.
—Y yo te puedo despedir. Media hora antes de las 6 pasaré por tu casa. Tienes dos horas para arreglarte.
—Tengo trabajo para hoy.
—Cancélalo, si no es del trabajo no me importa.
—Es un trabajo de la universidad.
—Me importa un comino, a las cinco ymedia paso por tu casa. —rodé los ojos y salí de la oficina.
Subí al ascensor para finalmente bajar para ir de nuevo a casa. Esperé a que Fred se parqueara cerca a la entrada y entré al auto.
—¿A dónde la llevo, señorita?
—A casa. —suspiré.
Hay días en los que te cansas de todo esto, los paparazzi, que tengas que dejar obligaciones personales por el trabajo, las ordenes de tu agente, tenerque esconderte, todo lo que trae la fama. Hay días en los que extrañas simplemente poder caminar por las calles sin que ningún loco con una cámara te persiga solo para conseguir miles de fotografías, extrañas llegar a tu casa y comer lo que quieras y ver películas hasta la madrugada, poder tener amigos a los cuales no les importe quien eres o en que revista sales o que publicaron acerca de ti eninternet, pasar tiempo con tu familia, entre otras cosas que simplemente el trabajo en el que estoy no me lo permiten.
—¿Le pasa algo? —dijo Fred y me miró por el retrovisor.
—Lo de siempre, Fred.
Llegamos a la casa Dónde vivo en Los Ángeles, lejos de mi hogar, Dónde está mamá y papá. Me bajé del auto y entré.
—Señorita, la ha llamado su madre, dice que le devuelva la llamada. —dijo una delas cocineras.
—Gracias. —cogí el teléfono y llamé a casa.
—¿Bueno?
—Hola mamá.
—¡Hija, que gusto oírte!
—¿Cómo estás?
—Extrañándote, hija.
—Yo igual, mamá. ¿Cómo están todos allá?
—Bien, tu papá no está.
—Nunca está. —dije entre risas.
—Ha de estar trabajando. —dijo en un susurro.
—Tengo que hablar contigo de algo importante.
—Cuéntame, ¿qué te pasa? Te escucho apagada.
—Si...