Crónica Galería De Manizales

ni“Llevo 53 años en este puesto de frutas y verduras y la galería tiene 60 años, imagínese usted señorita, he cumplido varios sueños, vendiendo aquí en este cuchitril de madera… no ha sido nada fácil, pero hay que hacer algo por la existencia, aunque esto ya no de ni para un papel higiénico” trinó con voz enérgica don Hernán García, un señor que con las primeras palabras que esboza de sus labios,uno se da cuenta de que aún existen personas dignas de todo respeto y admiración, en lugares que uno menos se imagina.
Con el sol quemándome la cara, y con la urgencia que antecede el tiempo, decidí entrar por última vez al pabellón de “flora y fauna” de la galería de Manizales, tratando de buscar mi última historia, en la cual estaba dispuesta a registrar lo que saliera de los recuerdos decualquier vendedor del lugar. Sin tener claro por donde empezar, me puse en marcha, para recorrer de nuevo el sitio, que ya me causaba desespero, porque estaba totalmente convencida de que no encontraría nada interesante y digno de toda mi atención. Fue así como pase a toda velocidad, por uno de los pasillos del pabellón, cuando una voz gruesa y con un matiz que solo da la vejez me dijo, ¿necesitaalgo? inmediatamente me detuve y aunque cavile por unos segundos, me acerqué sin mediar palabra, y ante mí, una figura robusta, canosa, con su delantal sucio, me preguntaba otra vez ¿quiere que le cuente algo? mientras me miraba, con mi reportera en mano.
Nunca he sido de esas personas, que cuando están de afán, se detienen a escuchar comentarios o hacerle caso a personas extrañas, pero ese día,creo que mi convicción me engañó, y accedí, porque de alguna manera tuve un presentimiento, corazonada como lo quieran llamar, que me susurró al oido y me presentó al protagonista de mi historia.
con su voz aguda, aunque mesurada se me presentó de una manera muy inusual, diciéndome que era Hernán García, soltero de nacimiento como los grandes hombres de la historia, poniéndome como ejemplo aJesucristo, Beethoven y simón Bolívar. Con una persona que te hablé así, tienes la impresión de que algo debió haber estudiado durante mucho tiempo, en un claustro y surgen muchas preguntas en ese instante, ansiosa de que me las contestará y que coincidiera con mis primeras impresiones, pero no fue así. Pegada de mí libreta de apuntes y lápiz, plasme en ella todo un conocimiento increíble, de un hombremayor que a primera vista y juzgando como casi siempre pasa, es un pobre viejo vendedor.
Supongo, que uno de los grandes problemas que tenemos, las personas que estudiamos una carrera o los que son profesionales, es que la mayoría de las veces creemos que el conocimiento y la educación, solo la tiene el sujeto que se pare enfrente tuyo, con un traje bonito y si tiene un espacio, habla de todoslos títulos que ha obtenido, ciegamente nos creemos esto, porque no somos capaces de develar otros mundos, historias y darle significado a la persona que se te acerca, con las manos ásperas y sus uñas sucias, esperando quizá, ser escuchada con toda la atención del caso, porque seguramente tiene algo que contar, más allá de lo evidente.
Hablando de no creer, vuelvo a ese cuchitril de madera del quehabla don Hernán García, el momento se ajustaba al poco tiempo que quedaba, y él embelesado, como si le estuviera haciendo un favor de volver a todos sus recuerdos, me hablaba de las parábolas de la biblia, de que se las sabía casi todas, y que cuando tuviera más tiempo podría volver y me hablaba de toda la vida de Jesús. Me contó, que lo único en que era partidario con Chávez, es que ambos sonaficionados por Simón Bolívar, y que le ha dado para tanto que ha ido cinco veces a la quinta de San Pedro de Alejandrino, mientras lo decía, con su mirada a lo lejos, me contaba que en esos tiempos era muy feliz y pudo disfrutar de todo esto, por medio de su puesto de frutas y verduras, que le aportaba lo suficiente para darse gusto en sus mayores pasiones " me daba gusto y la pase muy bueno,...