Cr nica

Papá anónimo.
Ya son las 4 de la tarde, seguimos en busca de una historia, tal parece ser hoy miércoles, uno de esos días donde la gente parece solo tener ganas de caminar y caminar, notamos en laspersonas que caminan. A nuestro paso nos encontramos con una puerta de rejas semi abierta, al atravesarla encontramos sobre nosotros un skate park y distinguimos a lo lejos una pareja junto a dosniños, los cuales aparentemente son sus hijos, nos llama la atención no ver entre los pequeños ninguna prenda o referente a la actividad que se desarrolla en ese lugar.
Nos acercamos y la pareja, alpercatarse de nuestro casi asecho y notar que contamos con una cámara se quedan mirando con atención, entre los niños, el más pequeño se acerca lentamente y yo adelanto el paso, mi compañero enciende lacámara y comienza a grabar, me presento cortésmente a la pareja y le indico mi intención de buscar una historia, el caballero acepta modestamente pero nos pide no poner su nombre en nuestra publicación.Después de ésta sorpresa, disimulo aceptación más me sorprendo de su petición.
Nuestro papá anónimo nos comenta que habita cerca del parque hace más de 23 años, y que el motivo de su visita es porquedeseaba pasar un tiempo relajado con su familia, también nos narra que la idea de quitar áreas verdes es buena mientras se les dé la oportunidad de hacer deporte a los jóvenes, nos narra que él tambiénfue deportista en sus años de gloria, y que su fuerte era el surf, pues no había nada mejor de disfrutar el atardecer desde el mar, sin querer nos narra que el hecho de construir un carril adicionala una playa tan histórica como es la pampilla, es una desfachatez.
El pequeño comienza a moverse apresuradamente, la madre grita: - ¡Ángel!, alterando al niño para que se calme. Ante ello, preguntosobre los niños, el padre se emociona y apunta al mayor: - Él es Víctor, tiene 13 años, y el menor tiene 6 y se llama como ya lo dijo mi señora. Cuenta que se debe dar confianza a los niños, pues...