Creación de un personaje

Monólogo que rompe la cuarta pared:
Personaje: Morgana, una bailarina que realiza una fusión de la danza tribal y la danza del vientre (como es conocida en el mundo occidental), se distingue por un control total y consciente de cada músculo y parte de su cuerpo.

El escenario se encuentra en total oscuridad. Una luz señala la figura de una mujer que sale caminando del extremo derecho delescenario. Comienza a sonar una melodía oriental que se reconoce por el ritmo y el sonido de sus instrumentos. Su danza se inicia con un movimiento ligero e hipnotizante de brazos y continúa con un movimiento fluido en cada músculo y órgano de su cuerpo: el movimiento que antes empezara en los brazos sigue por el pecho, baja por el dorso, continua sinuoso por el ombligo, serpenteante por el vientreperdiéndose finalmente en sus caderas, las piernas sirven de apoyo a cada movimiento.
La música está llena de percusiones y cada movimiento corporal da cuenta de su ritmo. La bailarina da la sensación de bailar sólo para ella, sus ojos miran al frente pero toda su atención está puesta en su propio cuerpo. Ella está sola. La música dura aproximadamente unos 6 minutos.
Cuando termina sus ojos secierran, se pone de rodillas y hace una reverencia. Los ojos que antes denotaran concentración, ahora abiertos, muestran una profunda alegría, una sonrisa se posa en sus labios mientras se dirige al lado izquierdo del escenario, una luz ilumina un micrófono y ella se dirige hacia él sin observar al público espectador. Toma el micrófono en una actitud calmada y se dirige a los espectadores.-Bienvenidos a la primera conferencia anual de Danza ritual. Soy Morgana. Como ya saben me especializo en danza tribal y aún cuando ambos géneros se encuentran ligados, mis conocimientos abarcan principalmente el dominio físico y corporal. Aún así, intentaré dar algunas concepciones sobre Dios en la danza.
No importa si son bailarines profesionales, fanáticos evangélicos o simplemente curiosos; hoytendrán un día bastante interesante, diferente por lo menos. Como sea, la danza tribal y la danza ritual convergen en ese punto de adoración a la otredad del ser, como diría José, un profesor de arte aborigen que tuve hace mucho tiempo.
Un filósofo afirma: ¡No puedo creer en un Dios que no sepa bailar! Si mi amigo Nietszche se encuentra en lo cierto entonces yo debo tener algo de ese Diosbailarín. Sí, mucho me han hablado de un Dios omnipresente y todo poderoso, pero la verdad nunca me he molestado en buscarlo, ni él tampoco se ha molestado en encontrarme a mí.
No es un reproche, es más, creo que puedo pasar mejor mis días sin pensar en una justicia divina o en un gran ojo que observa cada uno de mis actos. No me malinterpreten, entro en el rango de la gente “buena” ¡mírenme, estoy muybuena! Pero algunas veces me despojo de esa etiqueta y entra en juego otra clase de etiqueta a la que llamo “placer” ¡simplemente placer! Se siente bueno, aunque paradójicamente el placer no es catalogado como tal ¿Será que Dios también me observa en esos momentos?
Lo descubrí cuando tenía 14 años, no al placer, a Dios. Estaba en un colegio de monjas. Desafortunadamente no llevé la tarea ese díapero las monjas hicieron que más nunca la olvidara: con una regla de madera golpearon mis manos hasta sangrar. Entonces, me mostraron un aspecto muy conocido de Dios, el Dios castigador y el temor que esto genera. ¡Dios y temor! dos palabras que siempre se llevan de la mano.
El placer lo descubrí tan sólo un año después, cuando sentada en la última fila de la iglesia, en medio del acalorado sermóndel Padre, un compañero de clases puso su mano debajo de mi falda y empecé a sentir unas maravillosas cosquillas. Entonces vi otra cara de Dios diferente del temor, el placer. ¡Pero entraré en detalle más tarde! (Pausa)
Cuando cumplí 16 vi con asombro a una mujer, mucho mayor que yo en tamaño y en edad, siendo observada con detenimiento por hombres y mujeres mientras realizaba unos ondulados...