Crimines

República Bolivariana de Venezuela
Ministerio Del Poder Popular para la Educación
U.E “Carabobo”
Valencia-Edo-Carabobo

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Autor:
Carlos Napolitano

Índice

1. El Mortífero de Donnelly
2. El Inquilino no pudo Evadir el Cadalso
3. Muerte de Una Belleza
4. Sea usted el Juez
5. Pruebas y Tribulaciones6. La tela de araña de Charlotte
7. Muerte en Familia
8. La Muerte Servida Por Mary Ann

1. El Mortífero Donnelly

Llegaron desde el condado de Tipperary a mediados del siglo XIX para establecerse en un nuevo territorio. La mayoría de ellos recorrieron el camino hasta Lucan, en la provincia canadiense de Ontario, para estar con sus compatriotas y fundar pequeñas granjas enmedio de la tierra virgen. Uno de ellos era Jim Donnelly, un hombre pequeño y bien parecido que llegó antes que su esposa, Johannah y su hijo, James, a la nueva tierra. Dos años después, johannah y su pequeño hijo se reunieron con Jim en Lucan. Un año más tarde, Johannah dio a luz a su segundo hijo, William, quien nació con un pie zambo. En los siguientes años, otros cinco niños John, Patrick,Michael, Thomas, y una única niña, Jenny, bendecirían la unión.

Independientemente de la reputación que Jim Donnelly adquiría más tarde, nadie jamás pudo decir que él fuera un holgazán o careciera de ambición. Se estableció en un pedazo de tierra vacante a lo largo de la Roman Line, llamada así por el gran número de católicos romanos cuyas granjas bordeaban la vía. La parcela en la que se establecióJim pertenecía a John Grace. En 1855, Grace vendió la mitad del terreno a Michael Maher, quien, a su vez, lo arrendó a Patrick Farell.

Ahora bien, Patrick Farell quería la tierra que legalmente le pertenecía, pero allí estaba Jim Donnelly. El y su esposa, con la ayuda de sus pequeños hijos, habían trabajado año tras año, desde el amanecer hasta el ocaso, limpiando la tierra hasta que seconvirtió en una granja operativa. Para todos, eso era algo sagrado, era su propiedad. Después de todo, otros habían invadido tierras sin preocuparse por las formalidades legales.

Un día, Farell se dirigió a la granja Donnelly. Jim salió del establo, que aún se mantiene en pie, después de más de 150 años, sombrío testigo de los acontecimientos que estaban por ocurrir. Farell le dio a Jim una hora quele saliera de su propiedad. Se intercambiaron palabras ásperas al principio y luego golpes.

Farell llevó su caso a los tribunales. El fallo judicial no le cayó bien a Jim Donnelly: a Farell le dieron las 20 hectáreas del sur, mientras que Jim recibió las escrituras del las 20 hectáreas del norte.

Ambos hombres se convirtieron en enemigos mortales. Aparentemente, Jim disparó, un poco alaazar, hacia Farell, quien vivía cerca de su granja. El tiró falló, pero Farell quedó convencido de que su enemigo había tratado de matarlo. Lo acusó formalmente de “disparar con intenciones criminales”.

La segunda confrontación tuvo lugar el 27 de junio de 1857. Justo en ese fatídico día de junio, varios hombres estaban en una reunión comunitaria para cortar árboles en la pequeña propiedad deWilliam Maloney. Algunos hombres habían traído jarras de whisky. Otros esperaban que Maloney suministrara la bebida por el día de trabajo. El gran Pat Farell estaba allí, igual que Jim Donnnelly.

Según se desprende de los relatos sobre los acontecimientos, parece que tanto Farell como Jim estaban tomando ese día; lo más seguro es que Farell estaba ebrio. Cada vez que ambos hombres estaban juntosintercambiaban entre ellos un comentario desagradable. Jim y Pat comenzaron a pelear, pero los separaron antes de que se hicieran algún daño. Se dice que Jim provocó a su enemigo para que siguiera la pelea. Pat agarró lo que tenia más cercano, una vara. La herramienta, una pieza de madera de un metro de largo, se usaba como palanca para mover grandes troncos; era un arma formidable.

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