Cronica de lucha libre

MAROMA Y TEATRO
Por Diane Gómez

No sólo es un deporte de costalazo, es más que eso, todos los lunes en la Arena Puebla son un rito, es religión que se traslada a los niños y la educación de mentadas de madre se vuelven decentes y permitidos en este ambiente, donde lo único que importa es eso: la lucha libre.

Padre, madre, abuelos, hijas adolescentes, cargadas con sus bebés, cuñadas ycuñados hasta los vendedores ambulantes y reporteros disfrutan juntos del espectáculo. Se convierten en familia, pero existen diferentes lazos: los rudos y los técnicos.

A las 20:50 entra el referí con su camisa rayada y para parecer más cebra un guante de licra en su mano de la misma textura. Las porras empiezan a calentar, “mechudos y tambores no podrían faltar” decía una chica de bajo de mi. Losrudos se encontraban alicaídos a pesar de tener la primera caída victoriosa, en cuanto los fresas a las 21:03 sacaron sus trompetas y tambores para decir que los rudos “chingaran a su madre” al ritmo del son.

Cuando entró la canción de Lacrimosa “Seele In Not”, la porra ruda comenzó a echar bulla de felicidad... por fin veían llegar a su Último Guerrero con una cabeza de muñeco pelón, como unametáfora hacia Strongman que evidentemente volvió locas a la afición de abajo al romperse la camisa y aventársela a un chicuelo de orientación bien definida.

Comenzó la pelea a las 21:36 el Último Guerrero le daba golpes en el pecho a Strongman, que no parecía darle porrazo alguno. Mientras Taichi se convertía en el ídolo de la vecina de abajo, Felinovsy, la Máscara Dorada y el Volador Jr selanzaban unos a otros los clavados sincronizados de los luchadores, sin lugar a duda, fue lo que prendió a la afición y aun más cuando Strongman rompió la cámara de un reportero, sin intención claro.

Sin límite de insultos.

La gente eufórica gritaba despampanante sin límite de insultos cuan palabra se les ocurría pero eso si, miles y miles de mentadas de mamá como el inolvidable “¡tú mamá eshombre!” que gritaron los fresas a los rudos al ver que no podían callarlos con su “¡fresas, fresas, que chinguen a su madre los fresas, que chinguen a su madre los fresas, fresas: putos; y re-putos!” que completó el joven rudo que estaba a lado mío. A los que les toca agua de riñón también les gritan “¡Pago mi boleto con mucho trabajo, que chinguen a su madre los que están abajo!” Y otras como laviejecita fresa con mechudo en mano empieza a representar una mentada gráfica que alza nuevamente a la porra fresa en contra los luchadores rudos.

“¡Pinche chino japonés!”
Mientras se debatían ambas guerras, la del cuadrilátero y las gradas, Taichi se preocupaba por arruinar su peinado y Strongman lo toma de los pelos y como si fuera un simple muñeco hecho en Taiwán lo aventó hacia las sillas,provocándole una severa herida en la espalda y despeinándolo. Mi vecina de abajo, con un grito exultante, ¡vamos pinche chino japonés!, trató de alivianarlo, pero Taichi no hizo caso alguno porque se encontraba inconsciente, la vecina comienza a desalentarse y su chico denota celos hacia Taichi.
Mientras la porra fresa emprende con su cántico "el chino va a probar... el chile nacional", laparamédico entra en acción, le habla y como si le diera sushi se levantó para entrar al cuadrilátero junto con su equipo, el Último Guerrero y Felinovsky.
En un intento desesperado, el Último Guerrero, fauleó a Strongman para decretarse la descalificación y el triunfo del bando técnico sobre los rudos; los fresas inician con sus porras “¡RUDOS! Orita que están callados: ¡Chinguen a su madre!” y encuanto volteaba el Guerrero hacia los fresas, éstos de lejos le decían y hacían “¡Huevos puto!”. En ese entonces el ambiente estaba viento en popa para el reto que seguía.
El Último Guerrero retó a Strongman con la siguiente frase: “quiero un mano a mano contigo y si no te parece apuesto mi máscara contra lo poco que te queda de cabellera” , a lo que Strongman le contestó “Ahora yo soy mexicano,...