Cronica

UN DESTINO JAMÁS ESCRITO
POR: LINA SÁNCHEZ
OPNI, una organización que va en pro de la niña indefensa, abre las puertas de su casa en Guasca, Cundinamarca, para que cada una de sus acogidas manifieste una experiencia difícil de contar, compleja para superar pero imposible de olvidar. Ninguna escogió vivir así.
Sábado 21 de mayo 2011
Cada mañana al despertar recuerdo aquel día gris en el quevisité a las 64 niñas albergadas en OPNI, la fundación que se encuentra a unos pocos kilómetros de mi finca, ubicada en Guasca, Cundinamarca.
Recuerdo el momento de mi llegada, cómo cada una de ellas me observaba pero no pronunciaba palabra alguna, en sus rostros podía ver el dolor y la desesperación con la que vivían a diario, allí el encierro era extremo y las condiciones de vida no eran lasmejores a pesar de estar refugiadas en un centro para su bienestar.
Pasan por mi mente constantemente las imágenes de aquellas niñas con sudaderas azules uniformadas y tenis de diversos colores, peinados extravagantes, maquillajes fuertes y accesorios particulares. Todas, reunidas en un comedor, anonadadas y sorprendidas con mi presencia.
Siento cercano el momento en el que todas las niñas seencontraban tomando su almuerzo, constantemente observaba sus movimientos y a ellas eso les perturbaba, era incómodo sentir que mis ojos pasaban por cada una de ellas, por eso, la inquietud en sus sillas causaba un rechinar que indisponía el ambiente y lo hacía cada vez mas tenso.
En mi interior pensaba y cuestionaba el momento en que hablaría con ellas, sentía que no iba a ser fácil entablar unaconversación y mucho menos ganarme su confianza, sus gestos de insatisfacción me daban la impresión de que mi presencia era impertinente en aquel lugar.
Luego de una larga espera, me sentí cerca de ellas por completo, entré a un salón en el que se encontraban reunidas esperándome; enfrentarme al silencio que dominaba el espacio era un poco complejo pero después de unos cortos minutos, todo fuecambiando, una conversación empezó a hacer de nuestro encuentro algo maravilloso y encantador.
Es gratificante acordarme del momento en el que todas deseaban hablar conmigo; el salón en el que nos encontrábamos, era desolador, en la mitad se hallaba una chimenea de ladrillo llena de hollín y basura, estábamos rodeadas por cuatro paredes sucias y la puerta de aquel lugar estaba rota y con la pinturapor partes, sin embargo, esto no fue un impedimento para que todo fuese algo encantador.
La imagen de todas reunidas en una mesa redonda y yo en el centro, evoca en mí, sentimientos que hacen que pueda ver y tomar la vida de otra manera, pues la tristeza, el dolor y la desolación que ellas sentían en aquel frio y oscuro lugar, también la sentí yo al empezar a escuchar tantos sucesos yexperiencias vividas en cuerpos tan pequeños e indefensos.
MARIA LUCAS, LA TEJEDORA DE SUEÑOS
María, una niña tierna y agraciada, con tan solo 14 años empieza a contarme el calvario de su vida, narra a su estilo las vivencias que la condujeron a este lugar en el que ahora se encuentra. “- Mi mamá vende y consume perica, mientras está preñada-;- quiero decirle al papá de mis hermanitas que las coja, noquiero que ellas después cojan las mismas mañanas que yo-” dice con gesto de tristeza e impotencia, la pequeña María. Sus ojos negros, brillantes y llenos de lágrimas empiezan a contar el dolor y el sufrimiento con el que ella despierta cada día.
Constantemente recuerda como su madre en la noche la llevaba a la 170 en el norte de Bogotá a vender “perica” con sus hermanitas de 3 y 4 años, piensa enlos momentos en los que con sus amigos de barrio tomaba licor hasta el amanecer y siente que su madre no tiene el menor interés en que ella se encuentre bien.
María recostada en mi hombro me pide que la abrace, con un poco de temor se acerca a mi y con sus bruscas y burdas manos, consecuencia del trabajo, me aprieta fuertemente, en mi interior corre un escalofrío que congela lo mas profundo de...